AGNU: Ante críticas por batida contra pandillas en El Salvador, Bukele dice que fue lo correcto
El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, presumió su éxito en el combate a las pandillas durante su discurso del martes ante la Asamblea General de Naciones Unidas, dándole el crédito a la voluntad de su gobierno ante las críticas internacionales por violaciones a los derechos humanos.
Bukele dijo que si su país hubiera hecho caso a los críticos externos —incluidos algunos al interior de la ONU—, la pequeña nación centroamericana volvería a ser la capital mundial del homicidio.
«Hoy vengo a decirles que ese debate se acabó», declaró Bukele. «Las decisiones que tomamos fueron acertadas. Ya no somos la capital mundial de la muerte, y lo conseguimos en tiempo récord. Hoy, somos un referente de seguridad y nadie lo puede poner en duda. Ahí están los resultados. Son irrefutables».
Más de 72,000 personas han sido arrestadas dentro de un estado de excepción que Bukele solicitó en marzo de 2022, luego de un repunte en la violencia de los grupos delictivos. Los poderes especiales que el Congreso le otorgó a Bukele suspendieron algunos derechos fundamentales, como el acceso a un abogado y a ser informado sobre el motivo de la detención.
Los detractores aseguran que no existe un debido proceso, y que miles de personas inocentes se han visto arrastradas por los operativos de seguridad. Más de 7,000 personas han sido puestas en libertad por falta de evidencia de vínculos con las pandillas.
La oficina de derechos humanos de la ONU expresó en marzo pasado su preocupación tras un año de medidas represivas, destacando violaciones generalizadas de los derechos humanos, miles de detenciones infundadas y decenas de fallecimientos bajo custodia de las autoridades.
Pero en su país, las medidas de seguridad de Bukele son sumamente populares. Posiblemente sean parte central de su campaña por la reelección el próximo año, algo que prohíbe la Constitución de El Salvador pero que jueces de la corte seleccionados por sus simpatizantes en la Asamblea Legislativa permitieron.
Tal como Bukele destacó el martes, los salvadoreños pueden caminar por sus vecindarios sin miedo y permitir que sus hijos jueguen en las calles sin temor a la violencia o a que sean reclutados por las pandillas.
El Salvador era considerado en 2015 como uno de los países más violentos del mundo, con 6.656 asesinatos, o alrededor de 106 por cada 100,000 habitantes. Al 18 de septiembre, la Policía Nacional Civil ha registrado 146 homicidios, una reducción del 72 % respecto al mismo periodo del año anterior.