Alarmante patrón de insuficiencia renal aguda en adolescentes relacionado con el uso de esteroides

Richard Medina, con 20 años ejerciendo la medicina y una década como cardiólogo pediátrico, encontró un patrón alarmante en el último año con adolescentes sufriendo de insuficiencia renal aguda. ¿Común denominador? Prospectos que se preparan en programas para buscar firmas.

Les han llegado a sus consultorios en la Plaza de la Salud, en Corazones Unidos, en San Pedro de Macorís, les llegan desde Haina, Pedro Brand, San Cristóbal, lo que le llevó a ahondar en sus archivos, indagar y encontró un patrón común. El uso de esteroides, que incluyen medicamentos sin ni siquiera estar autorizada su comercialización en el país por el Ministerio de Salud Pública.

Medina reveló a Diario Libre que ha recibido al menos a 15 adolescentes en el último año, con cuadro clínico tan grave como riñones destrozados y requiriendo diálisis, pacientes que ahora cruzan los dedos a la espera de un donante.

«Los dos más graves llegaron con insuficiencia renal grave; han estado en intensivo, se han dializado, uno mejoró la condición renal, pero el otro está en lista para trasplante del riñón de un donante porque le quemaron el riñón poniéndole esteroides», dijo Medina.

El especialista explicó que los casos de adolescentes que presentan ese cuadro no suele llegar a niveles tan alto como el de estos peloteros que ha atendido.

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«Son muchachos que estuvieron sanos hasta el momento en que se le puso el medicamento», dijo. Uno de los pacientes le confesó que le inyectaron Winstrol, mientras que a su madre le habían dicho que se trataba de una «vitamina».

Este anabólico, común entre los lanzadores atrapados en las pruebas aleatoria que realiza el programa de dopaje de la MLB, no es el único. Medina también ha encontrado testosterona entre los jóvenes, algunos que exhiben físicos muy por encima del promedio.

«Otro paciente le puse un mapa la semana pasada, pero el padre emprenderá acciones legales en contra del entrenador, por ponerle ese medicamento sin informárselo. El padre sabe de eso, descubrió que era esteroide y el niño está hipertenso», dijo Medina, quien jugara béisbol hasta los 14 años.

«A un niño no hay forma de cómo ponerle un esteroide de esos. Hay de uso clínico, para los niños que se aprietan, que se controlan por tres, cuatro, cinco días, pero no tan fuertes como esos que se usan para levantar pesas, los peloteros, son dos tipos totalmente diferentes», insiste el especialista.

Las razones

Apunta a las elevadas exigencias para impresionar a los equipos de las Grandes Ligas en su búsqueda por el fichaje, pero responsabiliza a entrenadores y padres de prestarse a prácticas que atentan contra la vida.

«Una firma no vale la vida del hijo de él. Ganarse dos o tres dólares no compensa la pérdida de un hijo. Alguien tiene que hacer un llamado porque es que están utilizando indiscriminadamente esteroides con muchachitos de 12, 13 y 14 años», denunció.

Lograr masa muscular, elevar la resistencia, mitigar el cansancio y las lesiones figura entre los beneficios que obtiene el atleta al consumir este tipo de sustancias.

«¿Cómo me justifica que un muchacho de 15 o 16 años esté tirando a 99 y a 100 millas? Tiene que ser un superdotado», dice, a la vez que enfrenta con argumentos científico la posibilidad de lograr un buen rendimiento sin incurrir en prácticas atentatorias.

¿Es posible lograr ese alto rendimiento sin doparse?

«Con alimentación y entrenamiento sí es posible, porque lo que ellos quieren lograr con los esteroides es como hacer crecer un pollo en 45 días y te lo hacen crecer. Si tú te alimentas bien y balanceado es posible, a base de comer carnes, muchos vegetales, muchas proteínas, puedes subir masa muscular sin necesidad de esteroides», dice Medina.