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«Recuerdo como hoy cuando nos enteramos del diagnóstico de cáncer de mama, el 7 de marzo, como las 10:30 de la noche». Aquel día quedó grabado para siempre en la memoria de Geovanny. Está claro que el miedo, la tristeza y la incertidumbre que experimenta quien recibe un diagnóstico de este tipo solo puede ser entendido por quien lo vive.
Pero en la otra cara de la moneda está la pareja, quien sufre la enfermedad como si la tuviera, con el agregado de que debe mantenerse fuerte para ser el soporte y apoyo que necesita su pareja sentimental en un momento tan difícil.
Tras sentir un grumo en uno de sus senos, Erica, esposa de Geovanny, decidió acudir al médico para realizarse los chequeos pertinentes para descartar o confirmar que se tratara de un tumor maligno. Él nunca pensó que los resultados serían desfavorables.
«Yo siempre he sido una persona muy optimista. Le decía que estuviera tranquila, que seguro era leche o algo, porque había dejado de amamantar hace poco a nuestra bebé». Geovanny y Erika son padres de la pequeña Arwen, que en ese momento tenía un año y medio.
«Cuando tú recibes noticias así, sientes un peso en el corazón», confiesa. Escuchar a su esposa leer los resultados en voz alta, sin dudas, le cayó como un balde de agua helada. No era lo que esperaba «Escucharla decir ´yo tengo cáncer de mama´, simplemente no lo asimilé. Me quedé en blanco tratando de asimilar la noticia».
Fueron apenas unos segundos los que se quedó pasmado, pero parecieron eternos, por todo lo que pasó por su mente en ese corto lapso. «Tenía mil pensamientos por segundo, y la mayoría eran negativos», relata y, a juzgar por su lenguaje corporal, es fácil deducir lo mucho que le afecta revivir aquel momento.
Optimismo y fe, la clave
Como ya había dicho, él es un hombre muy optimista, por lo que los pensamientos negativos no rondaron mucho tiempo su mente. Aparte, se define como un fiel creyente en Dios, y fue esa fe la que, a su consideración, lo ayudó a mantenerse firme para su esposa.
«En todo momento pusimos todo en manos de Dios. Yo oraba y le preguntaba: Padre Celestial, ¿esto está pasando porque ha llegado el tiempo de Erica y quieres que se vaya ya contigo o esta es una prueba para ayudarla a crecer que ella superará?», recuerda. Y pronto obtuvo respuesta: «A los dos días, sentí que era una prueba de la vida y no era su tiempo». Fue a partir de ese momento que empezó a orar fervientemente para que sanara a su esposa.
Así la apoyó
Como es sabido, el diagnóstico de cáncer trae consigo cambios en el estilo de vida de quien lo padece. Erica contó con todo el apoyo de su esposo. Además de encargarse (con la ayuda de sus familiares) de su hija, uno de los aspectos en los que más se involucró él fue en su alimentación.
«Ella tenía que llevar una alimentación natural y era yo que le hacía todos sus alimentos. Yo no me imagino a Erica, después de una ronda de quimioterapia, teniendo que ir a preparar de comer o atender a la niña», externa.
Y agrega: «Un hombre debe hacer todo lo que esté a su alcance para asegurar el bienestar de su esposa. Mi esposa es lo más importante en mi vida, está primero que todo el mundo».
Bien dicen que no hay nada tan malo que no tenga algo bueno, y esta no es la excepción. Además de acercarlo aún más a Dios, el diagnóstico de cáncer de su pareja ayudó a Giovanny a fortalecer su relación.
«Esta fue una experiencia que me ayudó mucho, sobre todo a entender cuánto amo y necesito a esa mujer. Yo ya lo sabía, pero cuando ves la posibilidad de que esa persona se vaya de tu lado, es diferente», comenta. Para él, hay un antes y un después del cáncer de mama en su relación.
Hace poco, Erica recibió su última quimioterapia y actualmente se encuentra libre de cáncer. Como su tipo de cáncer tiene un 66 % de probabilidades de que regrese, ahora debe realizarse chequeos cada cuatro meses por un año y luego anual, como parte del seguimiento.
El aspecto psicológico
El diagnóstico y tratamiento del cáncer de mama pueden tener un impacto significativo en la pareja de la paciente, explica la terapeuta sexual y de parejas Ileana Estrada, tanto a nivel emocional como en su relación. «El cónyuge se manifiesta con ansiedad y estrés, depresión, incertidumbre y hasta aislamiento social y emocional», dice. En algunos casos, puede sentirse inútil al no saber cómo ayudar a su compañera de vida.
La comunicación abierta, el apoyo mutuo y la búsqueda de recursos de apoyo, así como el asesoramiento psicológico o grupos de apoyo pueden ayudar a la pareja a enfrentar los desafíos emocionales que surgen durante el proceso.
La profesional de @lotuscentrointegral comparte formas en la que la pareja puede brindar apoyo:
- Escuchar y validar sus sentimientos.
- Acompañarla a citas médicas y tratamientos.
- Expresar amor y afecto.
- Investigar y entender la enfermedad.
- Cuidar de su bienestar emocional.
- Celebrar los logros.
A las parejas que atraviesan un diagnóstico de cáncer de mama, Estrada recomienda acudir a terapia. «Las pacientes con cáncer de mama no son las únicas que pueden beneficiarse del tratamiento psicológico, nosotros solemos ayudar a sus esposos, de quienes se espera brinden apoyo emocional y práctico, al mismo tiempo que afrontan sus propios sentimientos», sostiene.
La experta aclara que cada persona y relación es única, por lo que es esencial estar atento a las necesidades específicas de la mujer y comunicarse abierta y sinceramente sobre cómo se puede brindar el apoyo que necesita.