Ángel Rondón tras sentencia en apelación: «Estoy condenado por miedo a la opinión pública»
El empresario Ángel Rondón Rijo, principal acusado en la trama de corrupción del caso Odebrecht en la República Dominicana, declaró este sábado a través de su cuenta de Twitter que la confirmación de la condena en su contra se debe al miedo de los jueces a la opinión pública.
Rondón Rijo escribió en una hilera de tuits en los que hizo mención a las cuentas de Twitter de los expresidentes Leonel Fernández, Hipólito Mejía y Danilo Medina; así como al actual presidente de la Cámara de Diputados, Alfredo Pacheco, al ministro de Interior y Policía Jesús Vásquez y al consultor jurídico de la presidencia, Antoliano Peralta.
Abrió el hilo escribiendo que «la perfección solo es cosa de la justicia divina. La corte de apelación me ha ratificado la condena por soborno y lavado de activos. Para sobornar debe existir un sobornado y para que haya lavado de activos debe existir un delito precedente».
El empresario Rondón Rijo fue condenado a una pena suspendida de 8 años de prisión, condicionada al impedimento de salida del país y presentación periódica, por el delito de sobornos y lavado de activos y por ser la persona que recibió US$92 millones en sobornos de Odebrecht.
«Estoy condenado solo por miedo a la opinión pública. No importa que ese miedo se lleve de encuentro el principio de objetividad y la valoración pura y simple de las pruebas.»
A Díaz Rúa lo encontraron culpable de enriquecimiento ilícito y lavado de activos y fue condenado a 5 años de reclusión y al pago de 200 salarios mínimos. Ambos están en libertad condicional y han tratado en múltiples apelaciones que se les flexibilice esa condena.
En un segundo tuit publicó: «Ninguna de las dos cosas existen. Pero estoy condenado. En buena justicia terrenal esto es una locura, pero sigo confiando en que la sensatez suspenderá sus vacaciones y pondrá cada cosa en su lugar. Hoy es conmigo, mañana puede ser contra cualquiera».
Añadió «Reaccionemos frente a la injusticia. Estoy condenado solo por miedo a la opinión pública. No importa que ese miedo se lleve de encuentro el principio de objetividad y la valoración pura y simple de las pruebas».
Concluyó aseverando «ante Dios sigo siendo inocente y seguiré en manos de la justicia dominicana. Ahora nos presentaremos ante la Suprema Corte de Justicia, en el entendido de que su compromiso con la justicia real está por encima del temor. Nos encomendamos a Dios y a la razón».