Biden nomina a Jack Lew, exsecretario del Tesoro, como nuevo embajador de Israel
El presidente estadounidense, Joe Biden, nominó este lunes como nuevo embajador en Israel al exsecretario del Tesoro Jack Lew, quien también fue jefe de gabinete de la Casa Blanca bajo el mandato del demócrata Barack Obama (2009-2017).
Lew debe ser confirmado por el Senado y, de recibir ese visto bueno, sustituirá a Thomas Nides, que estuvo en el puesto desde junio de 2021 hasta el pasado julio. Desde entonces, estaba al frente de esa legación diplomática de forma interina Stephanie Hallett, la encargada de negocios de Estados Unidos en Israel.
Lew, de 68 años, es un experto en gestión presupuestaria que comenzó a curtirse en Washington como asesor del presidente de la Cámara de Representantes, el demócrata Thomas P. O’Neill, durante las negociaciones presupuestarias con la Administración de Ronald Reagan en los años 80.
La Casa Blanca destacó este martes que a lo largo de su carrera ha asumido «amplias responsabilidades» en materia de diplomacia económica.
Lew, un judío neoyorquino formado en las prestigiosas escuelas de Derecho de Harvard (Boston) y Georgetown (Washington), es socio director de la firma de capital privado estadounidense Lindsay Goldberg LLC y profesor invitado de Relaciones Públicas e Internacionales en la Universidad de Columbia.
Fue directivo de Citigroup entre 2006 y 2009, justo cuando estalló la burbuja hipotecaria.
Como jefe de Gabinete de Obama, entró en el círculo más cercano del entonces presidente tras pasar por un puesto que le era familiar, el de director de la Oficina de Gestión y Presupuesto de la Casa Blanca, que ocupó entre 2010-2012 y durante la presidencia de Bill Clinton, entre 1998 y 2001.
La Casa Blanca añadió hoy que fue uno de los arquitectos del programa de servicio civil Americorps.
Para Biden, se trata del gobierno «más extremista de la historia de Israel».
Está previsto que el presidente estadounidense y el primer ministro israelí se reúnan en otoño en territorio estadounidense. Un posible escenario podría ser la Asamblea General de Naciones Unidas, que se celebrará este mes en Nueva York.