Agente del Servicio Bolivariano de Inteligencia, empresario y con vínculos en la mafia rumana de Quintana Roo (México), así es la descripción de Jorge Brizuela Guevara, conocido también como «El Venezolano», según recoge el medio español El País y archivos de inteligencia de la CIA y la Secretaría de Defensa Nacional de México. Está relacionado con la trama Koldo, caso de corrupción en España que va desde la compra de mascarillas hasta intereses turísticos en el Caribe, pues aparece como propietario de la clínica Pronalab.
Brizuela Guevara ha vuelto a aparecer en los medios de comunicación por su supuesta implicación en el «caso Koldo«, un entramado de corrupción que azota al Partido Socialista Español, actual gobierno de España, y salpica al Caribe, sobre todo, a República Dominicana y Venezuela.
El Venezolano aparece como propietario de Pronalab Santo Domingo, clínica asociada a la trama Koldo y que fue exclusivamente beneficiada con al menos un contrato valorado en 30 millones de euros, destinado a la instalación de carpas para el tratamiento de pacientes afectados por Covid-19.
De acuerdo con el periódico El Español, había una responsable más en este caso, Aránzazu Granell Barbadillo, empleada de la clínica y los laboratorios Pronalab en Santo Domingo, y encargada de trasladar a Madrid fajos de dólares y distribuir miles de euros en RD.
En teoría, Brizuela, estableció asociaciones a través de sus clínicas con Víctor Aldama, uno de los líderes vinculados a este negocio de mascarillas, y se juntó con Ignacio Díaz Tapia, también socio de Aldama y compañero de un grupo de chap apodado «Los cuatro mosqueteros», que fue intervenido por la Guardia Civil de España e incluido en los informes de la «Operación Delorme», caso Koldo.
Cómo se ha dado a entender previamente, no es la primera vez que «El Venezolano» aparece en el punto de mira. En 2023 fue parte de la investigación «Boricua Papers» y catalogado como «agente de inteligencia de Nicolás Maduro y enlace de la mafia rumana en el estado de Quintana Roo».
Los documentos de tal caso fueron filtrados mediante hackeo a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y dieron lugar al caso «Guacamaya Leaks», donde se revelaron que Brizuela, amigo y operador del ex gobernante de Quintana Roo y actual embajador de México en Canadá, Carlos Joaquín González, se benefició de contratos millonarios con el ex embajador.
Según la investigación que se llevó a cabo en EE.UU., se descubrió que la Sedena tuvo en sus manos información sobre «El Venezolano» sobre su relación con las mafias rumanas y que, el propio Gobierno de México, no le dio gravedad al asunto y frenaron las actividades señaladas.
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