Combates en Gaza azotan los hospitales, en una situación cada vez más crítica

Los hospitales del norte de la Franja de Gaza, donde miles de palestinos se refugian de los incesantes bombardeos, indicaron el sábado que su situación era cada vez más crítica ante los combates en las inmediaciones entre tropas israelíes y milicianos de Hamás y por la falta de suministros.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 20 de los 36 hospitales de Gaza «ya no funcionan en absoluto», en la quinta semana del conflicto desencadenado por el ataque sin precedentes del 7 de octubre del movimiento islamista palestino Hamás en el sur de Israel.

El hospital Al Shifa de la ciudad de Gaza, el más importante del territorio, «fue blanco durante toda la noche de intensos disparos de artillería, al igual que otros hospitales de la ciudad», declaró su director, Mohammed Abu Salmiya, añadiendo que las ambulancias no pudieron ir a buscar a «decenas de muertos» y «centenares de heridos».

Dos bebés prematuros murieron en Al Shifa por la interrupción de su tratamiento provocada por cortes de energía y la vida de otros 37 está «en riesgo real», indicó la oenegé israelí Médicos por los Derechos Humanos Israel, citando a médicos del complejo hospitalario palestino.

El ministerio de Salud de la Franja, gobernada por Hamás, había indicado previamente que las incubadoras de Al Shaifa solo podrán funcionar hasta el sábado por la noche por la falta de combustible.

Según las autoridades israelíes, 1,200 personas, en su mayoría civiles, murieron en su territorio por el sangriento ataque del movimiento islamista palestino el 7 de octubre.

Los bombardeos y la operación terrestre lanzada en represalia por Israel, que busca «aniquilar» a Hamás, causaron más de 11,000 muertos en la Franja de Gaza, entre ellos más de 4.500 niños, según el ministerio de Salud de Hamás.

Escenas de «horror» 

La oenegé Médicos Sin Fronteras (MSF) señaló el sábado que «los ataques contra el hospital Al Shifa se intensificaron de forma dramática» y habló de una situación «catastrófica» en su interior.

Su director, Mohammed Abu Salmiya pidió «a la comunidad internacional que presione al gobierno israelí para que deje de atacar hospitales y ambulancias».

Citada por MSF, una enfermera del establecimiento, Maher Sharif, describió una «escena de horror». «He visto cadáveres, incluidos mujeres y niños».

El ejército israelí, que acusa a Hamás de llevar a cabo sus operaciones desde los hospitales, no comentó estas acusaciones, pero había indicado que mataría a combatientes que disparasen desde estos lugares.

El presidente francés, Emmanuel Macron, exhortó el viernes a Israel a «cesar» los ataques a civiles. En una entrevista a la BBC dijo que eran bombardeados «bebés, mujeres, ancianos». «No hay justificación» y «ninguna legitimidad».

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, le replicó que «la responsabilidad de cualquier daño a civiles recae en Hamás» que, según él, usa a la población «como escudos humanos».

En Londres, unas 300,000 personas, según estimaciones de la policía británica, participaron en una manifestación para pedir el fin de los bombardeos israelíes en Gaza.

Cumbre en Riad 

El presidente iraní, Ebrahim Raisi, pidió a los países musulmanes que declaren al ejército israelí como «organización terrorista», durante una cumbre conjunta de la Liga Árabe y de la Organización de la Cooperación Islámica en Riad.

Israel y Estados Unidos, su principal aliado, rechazaron hasta el momento todos los llamamientos a un alto el fuego en Gaza.

Cerca de 1,6 millones de los 2,4 millones de habitantes de la Franja de Gaza se vieron forzados a abandonar sus hogares desde el inicio de la guerra, según la ONU.

Israel aceptó realizar «pausas» humanitarias diarias para permitir la huida hacia el sur de la Franja a través de un corredor previsto para ese éxodo.

Cientos de miles de desplazados están hacinados en condiciones desastrosas en el sur de este estrecho territorio, de apenas 362 km2, sin agua, electricidad, comida ni medicamentos por el asedio impuesto por Israel.

«No tenemos agua ni baños», contó Um Alaa al Hajin, que tras varios días caminando encontró refugio en el hospital Al Nasser, en el sur.

La comunidad internacional teme que el conflicto se extienda a otros países de la región.

Israel tiene abiertos «varios frentes», declaró el viernes el portavoz militar Richard Hecht, con intercambios de disparos con Hezbolá en la frontera con Líbano o proyectiles y drones lanzados contra su territorio desde Siria o por rebeldes yemenitas hutíes.

Un bombardeo israelí golpeó el sábado un vehículo en el sur de Líbano, a 45 kilómetros al norte de la frontera entre los dos países, en el primer ataque en profundidad en territorio libanés desde el inicio de las hostilidades, según un medio estatal libanés.