Con el sonido de la potencia de los motores, sepultaron a adolescente muerto en Los Guandules
Cayendo las cinco de la tarde, entre lágrimas, un desfile de motores y botellas de cerveza, fueron sepultados los restos del adolescente Yordy Guillermo Rodríguez, de 13 años de edad, quien fue ultimado de un impacto de bala en el abdomen la noche del miércoles.
Al transcurrir la tarde, el cementerio Cristo Redentor fue recibiendo allegados, vecinos, familiares y amistades de Yordy, quienes transitaban por las calles del Campo Santo en un desfile en motores calibrando y realizando maniobras; mientras que otros comenzaron a destapar cervezas.
Precedida por canciones como «Mi Hermanito Se Fue» y «Mataron a un inocente», los presentes en la sepultura comenzaron a sonar y arrancar los motores de las motocicletas mientras el ataúd era introducido en el nicho.
«Él era loco con los motores, eso era lo que a él le gustaba, vivía calibrando; hay videos de él haciendo malabares, calibrando y de to’ «, comentaba a LISTÍN DIARIO uno de los presentes, indicando que su apodo de «La Máxima» se le fue otorgado por esas características.
Mientras el sonido de los motores se esparció por todo el cementerio, el llanto de Rafaela Paredes, tía de la víctima y tutora principal de Yordy, ya que su madre se encuentra en Estados Unidos, también se hacía escuchar entre los presentes.
«Mi muchachito, mi muchachito, su mamá que me lo dejó y que yo le voy a decir», exclamaba Paredes, mientras una de sus hijas y prima de Yordy tuvo que ser socorrida por sus familiares.
Presencia policial
Desde que la marcha fúnebre ingresó al Campo Santo, unidades de la Policía Nacional se mantuvieron presentes en los alrededores del nicho en donde se realizaría la sepultura de Yordy.