Conani no depositó en Tesorería las donaciones que recibió de Unicef y China en 2020 y 2021
Una auditoría de la Contraloría que abarca la mayor parte de la gestión de Paula Disla Acosta al frente del Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia (Conani) evidenció que la institución no depositó en la Cuenta Única del Tesoro (CUT) 534,150 pesos correspondientes a donaciones realizadas por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y la Embajada de la República Popular China entre 2020 y 2021.
Para el órgano auditor esto representó un incumplimiento de las Normas Básica de Control Interno (Nobaci), el Decreto No. 441-06 y la Ley Orgánica de Presupuesto para el Sector Público, No. 423-06, que establecen que todos los ingresos que reciban las instituciones, incluyendo las donaciones, deberán ser depositados en las cuentas colectoras, habilitadas para tales fines, el mismo día en que fueron recibidos o en la mañana del día siguiente laborable.
Según la Contraloría, la cuenta bancaria operativa de Conani recibió en 2020 la suma de 254,150 pesos por parte de Unicef y 280 mil en 2021 donados por Embajada China para un total de 534,150. Para el auditor, una institución que no deposite sus entradas a la Tesorería corre el riesgo de que esos fondos sean utilizados sin apropiación presupuestaria o que sean desviados contrario a los fines para los cuales fueron destinados.
A solicitud de la expresidenta de Conani Paula Disla Acosta, quien fue movida de su cargo en octubre de 2021 para ocupar el Viceministerio de Relaciones Internacionales del Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (Mescyt), la Contraloría realizó una auditoría que abarca el periodo de 17 de agosto de 2020 hasta el 31 de agosto de 2021.
Cero puntos en Control Interno
De manera general, el organismo encontró incumplimiento del Sistema de Control Interno, incluso citó que en una auditoría de la Cámara de Cuentas realizada entre 2013 y 2015 el Conani presentaba serias debilidades que si no eran mejoradas en el tiempo, se exponía a que sus recursos sean aplicados en forma incorrecta, afectando el desarrollo institucional.
Señaló que al momento de su levantamiento, en Conani persistían debilidades identificadas en la auditoría correspondiente al 2016-2020, tales como: ejecución presupuestaria no cargada en el portal de transparencia, estados financieros sin firma de la máxima autoridad ejecutiva, incumplimiento en las políticas internas para la administración de sus activos fijos, inconsistencia en el registro de inmuebles, entre otras.
Incluso, detalla que el órgano defensor de la niñez sacó en promedio 0.93 puntos en el Sistema de Control Interno en el tercer cuatrimestre del 2021.
Donaciones con costo incorrecto
Además de no depositar a la Tesorería los montos económicos donados, la Contraloría dijo que detectó que Conani no registraba en los libros contables el valor de adquisición o valor razonable de las mercancías recibidas en donación.
Al contrario, todo lo recibido era registrado por el valor de un peso en contraposición a las Normas Básicas de Control Interno (Nobaci) de Segundo Grado sobre Control de Inventario que establece que: «Los almacenes deben registrar en los sistemas de inventarios, manuales o basados en tecnología, los bienes que ingresen por donaciones, valorándolos por el monto especificado en la donación, si está disponible, o por su valor de mercado, según lo defina la Dirección General de Contabilidad Gubernamental (Digecog)».
El órgano contralor indicó que con este incumplimiento Conani se expone a un inventario subvaluado y un registro incorrecto de los ingresos por donaciones que recibe.
Descontrol en asignación de vehículos
Otras de las debilidades encontradas por Contraloría en Conani es la asignación de vehículos. Del periodo auditado, Contraloría dijo que tomó una muestra de 29 expedientes correspondientes a vehículos asignados a los Hogares de Paso, oficinas regionales y municipales, y encontró que «el 55 % de los expedientes de vehículos asignados no poseen documento de constancia de entrega, el 14 % posee constancia física de asignación, pero el lugar de asignación difiere de la relación control electrónica facilitada por el departamento de transportación, el 31 % de los expedientes revisados coinciden con la relación control electrónica del departamento de transportación».
De acuerdo a Contraloría, el problema de no llevar un control adecuado de los vehículos es que la entidad se expone a que sus bienes no estén asignados a ningún servidor público para su custodia o que el servidor no realice el uso adecuado de los activos.
Facturas sin evidencias de proceso de compras
Contraloría dijo que encontró cinco compras a Plaza Lama realizadas en abril y julio de 2020 por un valor RD$355,092, las cuales no estaban precedidas de una orden de compras, como el Reglamento de aplicación de la Ley 340-06 de Compras y Contrataciones de Bienes, Servicios, Obras y Concesiones.
Para el organismo contralor esto constituye una carencia de transparencia en el proceso de compras y recomendó a la gestión siguiente al frente de Conani ajustarse al plan de compras y seguir los procesos establecidos por el órgano rector.
Otras irregularidades
La Contraloría también detectó otras irregularidades como las omisiones de pasivos en los estados financieros mensuales provenientes de obligaciones tributarias por un valor superior a los 26 millones de pesos.
Además, cita las diferencias entre los libramientos pagados y las nóminas realizadas, indicando que, en el pago de la regalía pascual de 2020, la Dirección de Recursos Humanos de Conani no consideró el reajuste salarial de 330 empleados por un valor de afectación de más de 173 millones pesos y pagó en exceso a seis empleados.
Esta situación constituyó una violación las Nobaci de segundo grado, en su ADC-3-005.98 que establece:
«La Dirección de Recursos Humanos de las entidades públicas, o su equivalente, deben asegurarse previo al pago de cualquier compensación y/o beneficio de los servidores públicos que los mismos se corresponden con los derechos de cada servidor de manera individual».
Además, encontró que esa dirección no cargó las nóminas a la Tesorería de la Seguridad Social (TSS).