Consternación e indignación por violación y asesinato de niña en San Cristóbal
En una zona entre las montañas de la provincia de San Cristóbal, la serenidad siempre había sido una compañera constante para sus habitantes. Sin embargo, la maldad cruzó sus fronteras. La violación y asesinato de una niña de apenas ocho años en la comunidad Santana Abajo, del municipio Los Cacaos, ha desatado una ola de conmoción, tristeza, enojo e indignación entre sus familiares y allegados.
Carolin Franyelis Báez Ramírez tenía sueños y metas por cumplir, las cuales fueron tronchadas por un desaprensivo que la violó y ahorcó entre unos matorrales de la comunidad.
Dejó su cuerpecito desnudo y abandonado en medio de la nada. La comunidad pudo dar con su paradero, tras encontrar en un pasillo una chancletica que la niña utilizaba en su día a día. Fue hallada alrededor de las 10:00 de la noche, cinco horas después que salió de su casa donde no pudo regresar.
El día del hecho, el cual ocurrió la tarde del pasado domingo 22 de octubre, la abuela de la menor la había enviado por un encargo a un colmadito de la zona. Tras notar que se demoraba, a las 7:00 de la noche dio la voz de alerta, por lo que tanto sus familiares como comunitarios empezaron a buscarla encontrandola en el barranco llamado La Piedra.
La menor cumpliría sus nueve años en noviembre y sus familiares pretendían celebrarlo. A su corta edad, ayudaba a su abuela con los quehaceres y sabía cocinar algunos alimentos.
Acusan a un vecino
De la violación y muerte de la menor, se acusa a un hombre identificado como Derby Santana, quien estaba en la zona porque había llegado desde Baní, provincia Peravia, tras correrle a las autoridades por un supuesto crimen que cometió. Tenía menos de un mes viviendo en él área.
Tras encontrar a la niña muerta, los lugareños sospecharon de él y cuando fueron a buscarlo, lo encontraron saliendo corriendo de la comunidad.
Lo golpearon y habría confesado ser el autor del crimen. Luego, los comunitarios lo entregaron a las autoridades de la Policía Nacional de San Cristóbal.
La revelación de la abuela
La abuela de Carolin, Ana María Báez Santana, aseguró que la preocupación aumentaba a medida que pasaban las horas y no tenía noticias de su nieta.
Manifestó que mientras pedía ayuda a la comunidad para encontrar a la niña, Dios le reveló lo que había sucedido.
«El Señor me dio la advertencia. Para mí, mi niña, a esta altura que yo la estoy buscando o está violada o me la han matado, según lo que el Señor me dijo, así fue el caso», contó mientras hablaba de ese trágico momento.
Una niña querida en la comunidad
Carolin era una niña muy querida en la comunidad. Descrita como cariñosa y siempre con una sonrisa para todos.
Aseguran que Carolin no era una niña malcriada y que esta tragedia ha marcado un antes y un después en sus vidas.
Sus abuelos la criaron desde que tenía meses, ya que su padre falleció y su madre no podía cuidarla.
La niña soñaba con ser contable para ayudar a su abuela y evitar que pasara hambre.
«Eso era lo que ella me decía: ‘mamá, si aprendo en la escuela, yo te voy a mantener'», comentó su abuela, quien mencionó que a la niña no le gustaba estudiar, pero que el último año había mejorado, debido a su deseo de convertirse en profesional.
La menor cursaba el segundo grado de primaria en la Escuela Félix María Olaverría Santana (JEE).
Piden justicia
Los familiares de la niña piden a las autoridades justicia y que el responsable pague con pena máxima el asesinato de la menor.
El Ministerio Público entregará en las próximas horas ante la Oficina de Atención Permanente de San Cristóbal la solicitud de medida de coerción en contra de Derby Santana.
La niña fue sepultada en medio de llantos en el cementerio Calderón de la referida comunidad.
Hace tres meses ocurrió algo similar en la provincia
Hace tres meses y cuatro días la provincia San Cristóbal vivió una historia similar con el caso de la niña Willeni Lorenzo Herrera, quien fue violada y hallada muerta en un barranco del Proyecto Canán de la autopista 6 de Noviembre. La menor vivía en el sector La Piña, de Madre Vieja Norte, en San Cristóbal.
Por el hecho responsabilizaron al joven Juan Alberto Sánchez Nival, alias Bruly, quien guarda prisión preventiva en el Centro de Corrección y Rehabilitación Najayo Hombres.
Alias Bruly era una persona de confianza de la familia y le había ofrecido a la niña dinero y regalos. Además, las mismas cosas se las prometía a una prima de la menor.