DENUNCIAN ALZAS DESMESURAS EN PRECIO DE AZUCAR Y PIDEN SE ASUMA CONTROL EN LA COMERCIALIZACIÓN

El Observatorio Nacional para la Protección del Consumidor (ONPECO), deploró el alto precio del azúcar, el cual no se corresponde con un país que lo produce.

La institución explica que una libra del dulce, ronda los 38 y 40 pesos en los barrios y se espera que siga incrementando debido a la escasez aparentemente artificial del producto.

Entiende que una forma de frenar el alza es fijar el precio, pues el azúcar, al igual que el petróleo, es el único producto con precios sugeridos, lo cual otorga a las autoridades la facultad de fijar el precio del dulce, tal como se hace con los combustibles.

ONPECO recordó que el azúcar se vendió en mayo a 32 pesos la libra, un precio que considera muy elevado, dado que nuestro país es productor del dulce.

“Por esa razón, debería existir un mecanismo para proteger al consumidor de los precios especulativos”, sugiere.

El organismo de defensa al consumidor pidió a las autoridades investigar lo que ocurre en el mercado del azúcar, debido a la existencia de la cultura del engaño en el comercio y a veces, esto toma la forma de comerciantes especuladores que acaparan el producto para crear una escasez ficticia y luego propiciar precios monopolísticos.

En ese sentido, ONPECO solicitó la intervención de PROCOMPETENCIA para que investigue la posible competencia desleal con un producto de alto consumo en la sociedad dominicana y para que imponga las sanciones correspondientes, según la ley si existe una mala práctica en el mercado.

ONPECO considera que, de no producirse una intervención oficial, los consumidores estaríamos pagando un precio muy alto por una libra de azúcar, que podría alcanzar hasta los 50 pesos, dado que ha subido en un cien por ciento aproximadamente en los últimos 10 años.

El aumento en el precio del azúcar es un factor inflacionario debido a la cadena de productos que se elaboran con este dulce, los cuales tienen costos elevados, incluyendo los insumos de las pequeñas, medianas y microempresas, que deberán trasladar dichos costos a los consumidores.

Para los pequeños negocios, el incremento representa un duro golpe, ya que cuentan con clientes de bajos recursos a quienes deberán trasladar parte del costo del azúcar como materia prima. Esto es especialmente relevante en el caso de las pequeñas fábricas de dulces, helados y refrescos, que son demandados debido a la ola de calor que estamos experimentando.

“Entendemos que las autoridades poseen los mecanismos para determinar si existe o no acaparamiento del azúcar y así poder aplicar las normativas referentes a la especulación, que en definitiva es un delito penal” subrayó.

POR FRANCISCO CALDERÓN HERNÁNDEZ