Desde el 2020 han capturado ocho violadores en serie en República Dominicana

Desde el año 2020, las autoridades de República Dominicana han capturado al menos ocho violadores en serie en diferentes puntos del país.

El más reciente caso lo dio a conocer la Policía Nacional el jueves al informar sobre la captura de un hombre, que intentó abusar de una mujer en un establecimiento comercial del sector Arroyo Hondo, en el Distrito Nacional. Al depurarlo, tenía al menos ocho víctimas de violación en su prontuario delictivo.

El hombre fue identificado como Ricardo Delgado Rodríguez, a quien le ocuparon un cepillo de peinarse, con el cual simulaba un arma para intimidar a sus víctimas, según establece el informe policial.

La forma de actuar del acusado era sorprender a las féminas con un objeto filoso o de otro material, con el fin de amenazarlas de muerte si no cedían ante su exigencia de sostener relaciones íntimas con él, sin ningún tipo de protección.

De acuerdo con la Policía, las afectadas llegaron a ser golpeadas por el detenido mientras abusaba de ellas.

«Una vez cometía su fechoría, las despojaba de sus pertenencias y emprendía la huída dejándolas abandonadas en lugares desolados», dijo la Policía sobre el modus operandi del arrestado.

El violador de Santiago

El supuesto violador en serie de Santiago fue identificado como Fernely Basilio Reyes, cuyo caso se conoció en junio del año pasado tras acusaciones en su contra por agredir sexualmente a tres mujeres y a una adolescente.

Ante esta situación, el tribunal de Atención Permanente de Santiago impuso un año de prisión preventiva como medida de coerción en contra de Reyes, quien actualmente la cumple en el Centro de Corrección y Rehabilitación Rafey Hombres de Santiago.

De acuerdo con el órgano acusador, el imputado abordó a las víctimas en lugares y tiempos separados, en su calidad de conductor de distintas plataformas de taxis por aplicación, y desviándose de las rutas establecidas, las amenazaba con matarlas si no hacían lo que él les pidiera.

Establece que una vez en control de sus víctimas, las amenazaba y les ofrecía dinero en efectivo para lograr su objetivo.

El imputado trabajaba para las plataformas Indrive y Uber, según la acusación del Ministerio Público.