Dominicano podría enfrentar cadena perpetua por la muerte a tiros de su expareja en EEUU
Un hombre dominicano está siendo enjuiciado en la Corte Superior de Salem, en Massachusetts por el presunto asesinato a tiros de su expareja, también dominicana y dejar herido de gravedad al novio de esta.
El juicio en contra de Luis Rodríguez residente en Haverhill comenzó ayer miércoles y se espera que dure dos semanas.
Rodríguez, quien enfrenta cadena perpetua, fue capturado en un suburbio de Texas después de huir a ese estado tras matar a Aracelys Valdez de León, madre de cuatro niños, y herir a su pareja, no se declaró culpable de los cargos a pesar de las pruebas por lo que decidió enfrentar el juicio.
Medios internacionales resaltan que los fiscales expusieron en la apertura de argumentos que De León fue asesinada a tiros frente a la discoteca «La Cava» en la ciudad de Lawrence, el 16 de abril 2017, Domingo de Pascua.
Además de asesinato, Rodríguez está acusado de asalto a mano armada, asesinato, asalto y agresión con un arma peligrosa y portar un arma de fuego sin licencia.
El juicio se retrasó por el cierre de los tribunales en 2020 debido a la pandemia COVID-19.
El fiscal adjunto AJ Camelio le dijo al jurado en su declaración de apertura que De León había ido a la discoteca con amigos en 2017. Rodríguez también intentó ingresar al club y se le negó la entrada porque tenía un arma en la cintura.
Después que lo rechazaron, Rodríguez comenzó a disparar fuera del club a las 8:00 de la noche. La dominicana recibió dos disparos y la pareja nueve, dijo el fiscal adjunto a los jurados.
El abogado defensor de Rodríguez, Hank Brennan, en su argumento inicial, dijo al jurado que la identificación del tirador era un problema. Su cliente vestía una camisa marrón, pero un testigo le dijo a la policía que era color rosado.
«La persona que describió con meticulosa precisión no era el señor Rodríguez», dijo Brennan.
Un vídeo muestra a De León Valdez, agonizando en el pavimento, rodeada por curiosos, entre los que algunos se disputaban quién llamaría primero al 911 para tratar de salvarla, pero casi todos grababan sus últimos momentos con sus celulares en manos.