El Gobierno de EE.UU. demanda a Oklahoma por su nueva ley antiinmigrante

El Departamento de Justicia estadounidense ha presentado una demanda contra el estado de Oklahoma para tratar de tumbar una nueva ley estatal que permite a la policía arrestar a los inmigrantes que no puedan demostrar su presencia legal en EE. UU.

La medida, firmada a finales de abril por el gobernador de Oklahoma, el republicano Kevin Stitt, establece el delito de «ocupación inadmisible«, por el que cualquier vecino que sospeche de la presencia ilegal de inmigrantes puede denunciarles por «presencia ilegal» sobre la base de «supuestas declaraciones».

Esta disposición otorga a las fuerzas del orden la capacidad de detención de los sospechosos hasta que estos puedan demostrar su derecho legal a residir en Estados Unidos.

Además, la normativa da la autoridad a los agentes para preguntar sobre el estatus migratorio durante interacciones de rutina, como paradas de tráfico o investigaciones.

En la demanda, presentada este martes, la Fiscalía de EE. UU. alega que la ley estatal HB4156 es inconstitucional.»Hemos presentado esta acción para garantizar que Oklahoma se adhiera a la Constitución y al marco adoptado por el Congreso de EE. UU. para la regulación de la inmigración», dijo en un comunicado Brian M. Boynton, jefe de la División Civil del Departamento de Justicia.

Con la aprobación de esta ley, Oklahoma sigue a otros estados republicanos que han aprobado una variedad de leyes antiinmigrantes.

El Departamento de Justicia mantiene varias batallas legales para detener la implementación de las medidas que interfieren con el poder que tiene el gobierno federal para aplicar las leyes de inmigración.

Defensores de los inmigrantes condenaron la ley de Oklahoma. La Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (Lulac, en inglés), la más antigua organización hispana de derecho civiles en EE. UU., denunció que la medida «abre la puerta a la elaboración de perfiles raciales».

«Es un proyecto de ley cruel que no aborda el tema de la inmigración. En cambio, aumentará la discriminación racial, creará un efecto paralizador y traerá ansiedad y miedo a nuestras comunidades», aseguró en un comunicado Nicole Maldonado, vicepresidenta de Lulac Oklahoma.