El impacto psicológico en los niños migrantes que atraviesan la selva de Darién

En apenas seis meses desde que comenzó el año 2023, más de 40,000 niños migrantes han atravesado la selva de Darién, frontera natural entre Panamá y Colombia, huyendo de conflictos, desastres naturales y pobreza. La cifra, notablemente al alza en comparación con los años anteriores, fue presentada por el Servicio Nacional de Migración de Panamá.

«Experiencias traumáticas»

Procedentes de países latinoamericanos, pero también africanos, estos niños enfrentan una travesía peligrosa, llena de ríos caudalosos, paisajes escarpados y animales salvajes. El riesgo físico es evidente, pero igual de importante es el impacto psicológico que pueden sufrir, ya que viven «experiencias traumáticas, al presenciar la muerte de otros niños, ahogamientos, violencia, abusos, robos, abusos sexuales a mujeres, caídas mortales desde barrancos y la pérdida de sus propios familiares», detalla David Arosemena, director nacional de Aldeas Infantiles en Panamá.

«Entonces, ¿por qué los niños son separados de sus familias? Porque a veces las familias son personas muy mayores o con condiciones físicas que no son suficientes para atravesar la selva de Darién«, continúa. Esas personas, que temen no llegar a su destino, «envían a sus hijos con otras personas desconocidas».

En muchos casos, al perder a sus familiares, estos menores son entregados a los conocidos coyotes, quienes les ayudan a cruzar la selva. Sin embargo, si sobreviven al trayecto, por lo general son entregados a las autoridades, que no siempre están preparadas para acoger a menores en esta situación.