Empresa colombiana transforma con un método sostenible baterías recargables
Entre contenedores abrazados por árboles y rodeada por la naturaleza opera una empresa colombiana que desarrolló y patentó una «tecnología única» para recuperar cobalto, litio y níquel con un método de transformación sostenible de residuos de baterías recargables.
Su particular planta, ubicada en el municipio de Guarne, cercano a Medellín, tiene capacidad para procesar unas 1,000 toneladas al año de baterías recargables del tipo Ion-litio, presentes en teléfonos celulares, computadores y autos eléctricos, entre otros.
La química colombiana Andrea Alzate, quien desarrolló el prototipo y, con una propuesta de eco-transformación novedosa a nivel regional y mundial, fundó Altero, una compañía de base científica y tecnológica, dijo a EFE que diseñó una tecnología «única en el mundo» al enfocarse por completo en el aspecto de sostenibilidad.
«Nuestra tecnología no produce emisiones, no produce vertimientos, no tenemos que utilizar químicos en el proceso ni agua, y tampoco grandes cantidades de energía, eso nos hace no solo tener una solución en cuanto a la transformación de las baterías, sino una solución que está 100 % en armonía con el medio ambiente«, explicó la presidenta de Altero.
Alzate, ingeniera de la Universidad de Antioquia y doctora en ingeniería de materiales de la Universidad de Columbia Británica (Canadá), trabajó en este método por su interés en la recuperación de «materiales estratégicos«, que actualmente están en «gran riesgo» de desabastecimiento, desde fuentes secundarias (residuos) y no la fuente primaria (mina).
Una vez culminó su estancia doctoral en Canadá, Alzate regresó a Colombia para crear junto a su hermano Miguel y a su padre, Jaime Alzate, un proyecto sostenible para dar solución tanto al reciclaje de las baterías como a la recuperación y obtención de materiales estratégicos como el litio, el cobalto y el níquel para una nueva fabricación de esas mismas baterías.
«Es un tema de mucha trascendencia. Se generó una necesidad desmesurada de los materiales con los cuales fabricamos aparatos tecnológicos, y esa necesidad lleva a una escasez de los materiales; no son suficientes para suplir la demanda de nuestro consumo tecnológico«, argumenta la experta.
Modelo replicable
Clientes y aliados estratégicos se encargan de recibir las baterías y de la logística para entregarlas preclasificadas en la planta del Altero donde se hace la recuperación, que comienza con la trituración y después interviene un componente creado por la química colombiana: una mezcla de gases que alimenta varias partes del sistema para «neutralizar» la reactividad de esas baterías.
Altero funciona, según explicó, bajo dos corrientes. Por un lado recuperan un material con alto contenido de cobalto, litio y níquel, y por el otro, metales base como el cobre, el aluminio y polímeros. Posteriormente, esos dos tipos de materiales los exportan a Estados Unidos porque en la región «no tenemos fabricación de baterías de iones de litio para que lleguen a la industria de nueva fabricación de baterías para cerrar el ciclo completo».
Toda la operación se hace en un contenedor marítimo dividido en tres compartimientos en el que está la maquinaria, mientras que otros dos contenedores son utilizados para el almacenamiento de las baterías recicladas y del producto terminado tras la recuperación.
Estas estructuras fueron utilizadas por Altero para enlazar el concepto de sostenibilidad e integrarse con el medio ambiente, para cambiar el «paradigma» del reciclaje y su concepto muy industrializado.
Además, lo consideran un modelo aplicable en distintos lugares porque esta tecnología se puede llevar en un contenedor con la planta a cualquier ciudad del mundo y hacer que la integración ocurra.
«Es netamente escalable y a un nivel que no produce un impacto al medio ambiente porque no estamos pensando en hacer megaplantas, sino en un simple contenedor que puede ser replicado en distintos lugares«, agregó.
Brasil, próximo destino
Miguel Alzate, cofundador y director financiero y administrativo de Altero, reveló a EFE que la compañía ya piensa en la expansión regional, empezando por Brasil, y evalúan la posibilidad de llegar a otros dos países de Latinoamérica.
«Por la cantidad de residuos que hay en el país y la escasez de tecnología que hay para el procesamiento, creemos que es muy estratégico arrancar por Brasil como tal. Tenemos como aliado a la empresa más grande de residuos de reciclajes de ese país«, señaló Alzate.