Estudio ve humanos transmiten enfermedades a animales
GEORGETOWN, Estados Unidos.- Un equipo de científicos de la Universidad de Georgetown han realizado un estudio publicado en la revista ‘Ecology Letters’. En él demuestran cómo los humanos podrían transmitir los virus de vuelta a los animales mucho más de lo esperado.
Es más, los autores hallaron casi 100 estudios donde se mostraban pruebas de transmisión directa de humanos a animales salvajes, tanto en libertad como en cautividad.
El contagio de enfermedades ha atraído una gran atención, debido a la propagación del SARS-CoV-2 en ciervos salvajes de cola blanca de Estados Unidos y Canadá. Hay datos que sugieren que los ciervos han devuelto el virus a los seres humanos en al menos un caso.
Por este motivo, muchos científicos están preocupados por el hecho de que las reservas de animales puedan dar la oportunidad al patógeno de evolucionar hacia nuevas variantes.
“Nuestro estudio es el primero que explora realmente lo extendido que está este tipo de contagio, más allá de la covid-19. Descubrimos que los humanos probablemente trasfieren sus enfermedades a los animales con bastante periodicidad, pero no nos fijamos lo suficiente”, explica Colin J. Carlson, autor del estudio.
Ya se han observado varios casos de contagio en zoológicos. Es probable que se trate de un fenómeno común, según los expertos.
Limitaciones en el conocimiento
No obstante, que no sea estudiado en profundidad se convierte en una limitación para el conocimiento sobre este tema.
Lo que pretenden ahora los científicos es averiguar si este hecho pondrá en peligro la conservación de los animales o nuestra salud en el futuro.
“La buena noticia es que probablemente podamos utilizar la información sobre la biología de las especies para predecir qué animales están en riesgo de contraer algunas enfermedades, y lo demostramos con el SARS-CoV-2”, detalla Carlson.
Los investigadores de este estudio advierten de que podríamos estar pasando por alto algunas transmisiones entre especies, así como lo que esto podría significar, no solo para la salud pública, sino para el estado y la conservación de las especies infectadas.
“Vigilar a largo plazo las poblaciones de animales salvajes, permitirá detectar más rápidamente los episodios de transmisión y los impactos sanitarios asociados cuando se produzcan”, comenta Ana Fagre, viróloga y veterinaria de animales salvajes en la Universidad de Colorado.
El equipo de investigadores concuerda en que se puede emplear la inteligencia artificial (IA) para anticipar qué especies podrían estar en riesgo de contraer el virus.
De este modo, podrían proteger la salud de los seres humanos y de los animales salvajes de una manera más eficiente.
Efectivamente, cuando compararon las especies que se han infectado con el Covid-19, con las predicciones realizadas por otros investigadores en los primeros momentos de la pandemia, descubrieron que fueron capaces de acertar la mayoría de las veces.
Los contagios pueden ser predecibles
Esto implica que los contagios pueden ser predecibles, sin embargo, existe un gran problema: lo poco que se conoce de las enfermedades de los animales salvajes. “Estamos vigilando el SARS-CoV-2 más de cerca que cualquier otro virus en la Tierra, así que cuando se produzca el contagio de vuelta, podremos detectarlo.
Sin embargo, es más difícil evaluar el riesgo en otros casos”, dice Carlson. “Cada vez que los seres humanos y los animales entran en contacto estrecho (granjas, mercados de animales salvajes o zoológicos), nos preocupamos por las enfermedades que podrían transmitirnos.
Pero deberíamos vigilar cómo se propagan en ambas direcciones y a gran escala, para evaluar el riesgo con mayor precisión, como estamos haciendo con la covid-19”, añade.
Los investigadores saben que tienen un reto por delante. Deben recopilar los suficientes datos para hacer afirmaciones sobre los riesgos.
Actualmente, las cifras de datos son muy limitadas, como consecuencia del sesgo que existe en el muestreo. Por lo que no se pueden hacer confirmaciones inmediatas sobre qué clase de virus podrían afectar a la fauna salvaje (hasta el punto de ser irremediable) y cuáles serían un problema a largo plazo. «Por ello, necesitamos más información», concluyen los científicos.
FUENTE AL MOMENTO