Iglesia católica de Haití pide la libertad de los secuestrados con una jornada de oración
La Iglesia católica de Haití celebró este miércoles una jornada de oración, meditación y adoración eucarística para pedir la liberación de todos los secuestrados, entre ellos las seis monjas retenidas desde el pasado viernes junto a su conductor y un pasajero del autobús en el que viajaban.
Esta jornada de oración tuvo lugar en todas las parroquias y comunidades y contó con la participación de sacerdotes, religiosos y fieles, para así denunciar los secuestros en Haití.
Se trata de un fenómeno al alza, como refleja el último informe del secretario general de la ONU al Consejo de Seguridad sobre Haití divulgado el martes y que indica que los secuestros aumentaron en este país caribeño un 83 % en 2023 respecto al año anterior al pasar de 1.359 a 2.490, mientras que las muertes violentas se duplicaron (4.789 frente a 2.183).
De hecho, en los últimos meses se ha producido un recrudecimiento de los secuestros, sobre todo en el área metropolitana de Puerto Príncipe, controlada en un 80 % por las bandas armadas que siembran el terror en el país.
El pasado viernes, seis monjas de la Congregación de las Hermanas de Sainte-Anne, el conductor y otro pasajero del autobús en el que se desplazaban a un centro educativo en la capital fueron secuestrados en la céntrica avenida Christopher, en las inmediaciones del Palacio Presidencial.
El domingo pasado, al finalizar el rezo del ángelus en la plaza de San Pedro, el papa Francisco pidió la liberación de los secuestrados en Haití y el «cese la violencia que tanto sufrimiento causa a ese querido pueblo».
«He recibido con dolor la noticia del secuestro en Haití de un grupo de personas, entre ellas seis religiosas. Al pedir su liberación, rezo por la armonía social en el país», dijo entonces el pontífice.
Ante esta situación, el lunes pasado la Archidiócesis de Puerto Príncipe y la Conferencia haitiana de Religiosos convocaron para hoy una jornada de oración e invitaron a todos los fieles a llevar a cabo «una cadena de oraciones incesantes por la liberación de las personas secuestradas y sus familias».