Iraníes toman un barco petrolero

Las fuerzas navales iraníes tomaron ayer jueves un buque cisterna petrolero en el golfo de Omán que había estado al centro de una disputa con Estados Unidos, informaron autoridades, un hecho que agrava aun más las tensiones en las rutas marítimas del Medio Oriente.

La agencia noticiosa estatal IRNA informó brevemente que la marina iraní tomó el buque, diciendo que la medida obedeció a una orden judicial.

El buque antes conocido como el Suez Rajan había estado implicado en una disputa que duró todo un año y al cabo de la cual el Departamento de Justicia estadounidense incautó 1 millón de barriles de crudo iraní que transportaba.

La captura se produjo también después de semanas de ataques de los rebeldes hutíes de Yemen — respaldados por Irán — a la navegación en el Mar Rojo, incluyendo su mayor ofensiva con drones y misiles el martes en la noche. Esto ha aumentado el riesgo de posibles acciones de represalia por parte de las fuerzas lideradas por Estados Unidos que patrullan la crucial vía navegable, especialmente luego de que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas votó el miércoles a favor de condenar a los hutíes, mientras funcionarios de Washington y Londres advierten de las posibles consecuencias de sus acciones.

«ROBO DE PETROLEO IRANÍ»
Horas después de la toma del buque por hombres armados, la televisión estatal iraní dijo que “el buque petrolero transgresor Suez Rajan… robó petróleo iraní al llevarlo a los estadounidenses y entregarlo a los estadounidenses”. Añadió que la marina iraní realizó la operación. En incidentes marítimos anteriores ha tenido mayor participación la fuerza paramilitar Guardia Revolucionaria.

La agencia militar británica de Operaciones de Comercio Marítimo (UKMTO, por sus siglas en inglés), que envía avisos a quienes navegan por Oriente Medio, dijo que el incidente comenzó a primera hora en aguas entre Omán e Irán, una zona transitada por los buques que entran y salen del Estrecho de Ormuz, el estrecho acceso al Golfo Pérsico por donde pasa una quinta parte del petróleo mundial.

El grupo gestionado por el ejército británico explicó que recibió un reporte del responsable de seguridad de la embarcación, quien dijo que escuchó “voces desconocidas por teléfono” junto a la del capitán. Los intentos de contactar con el barco no tuvieron éxito y los hombres que abordaron el buque vestían “uniformes de estilo militar de color negro y máscaras negras”, agregó la UKMTO.

Según la empresa de inteligencia privada Ambrey, “entre cuatro y cinco personas» abordaron el barco, que identificó como el petrolero St. Nikolas. Los hombres cubrieron las cámaras de seguridad al subir a la embarcación, añadió.

El petrolero se encontraba frente a la ciudad iraquí de Basora, cargando el crudo que iba a llevar a Aliaga, en Turquía, para la refinería turca Tupras. Los datos de seguimiento por satélite analizados por The Associated Press mostraron que el buque, con bandera de las Islas Marshall, había virado su rumbo y se dirigía al puerto de Bandar-e Jask, en Irán.

«La captura del buque cisterna (por la marina iraní) no constituye un secuestro; más bien, es una medida legal sancionada por una orden judicial y corresponde al robo del petróleo de Irán”, dijo la misión de Irán a las Naciones Unidas en un comunicado a la Associated Press. “Adherir a los procedimientos legales establecidos es el enfoque más prudente para la resolución de este asunto”.

El St. Nikolas, que antes había sido bautizado como Suez Rajan, está asociado a la naviera griega Empire Navigation. En un comunicado a la AP, la empresa con sede en Atenas reconoció que había perdido el contacto con el buque, que cuenta con 18 tripulantes filipinos y uno griego.

“Empire no tiene conocimiento de una orden judicial o de que la marina iraní haya tomado su nave, y aún no ha sido contactado por persona alguna”, dijo la empresa.

Las miradas se centraron en el petrolero en febrero de 2022, cuando el grupo United Against Nuclear Iran dijo que sospechaba que transportaba crudo desde la isla iraní de Khargh, su principal terminal de distribución en el Golfo Pérsico. Las imágenes tomadas por satélite y los datos de navegación analizados entonces por la AP respaldaban la acusación.

COSTA NOROESTE DE SINGAPUR
Durante meses, el buque estuvo en el Mar de la China Meridional, frente a la costa noreste de Singapur, antes de zarpar repentinamente hacia la costa de Texas sin ofrecer explicación alguna. El buque descargó su mercancía en otro petrolero en agosto, que dejó el petróleo en Houston cumpliendo una orden del Departamento de Justicia estadounidense.

En septiembre, Empire Navigation se declaró culpable de contrabando de petróleo iraní sancionado y acordó pagar una multa de 2,4 millones de euros por el caso del petrolero.

La 5ta Flota de la Marina de Estados Unidos, que patrulla la región, no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios sobre el incidente. La agencia noticiosa estatal de Irán, IRNA, mencionó el abordaje citando reportes extranjeros pero no ofreció más detalles.

La misión iraní en Naciones Unidas tampoco respondió un pedido de declaraciones.

Luego de que el entonces Suez Rajan pusiese rumbo a Estados Unidos, Irán incautó dos petroleros cerca del Estrecho de Ormuz, uno de los cuales llevaba mercancía para la petrolera estadounidense Chevron Corp. En julio, el máximo comandante de la rama naval de la Guardia Revolucionaria amenazó con emprender acciones contra quien abordara el Suez Rajan y la prensa estatal vinculó las recientes incautaciones con el destino de su carga.

Desde el colapso del acuerdo nuclear con Irán, las aguas del estrecho han registrado una serie de apresamientos de buques por parte de Teherán, además de asaltos contra navegación que la Marina atribuyó a las fuerzas iraníes. La República Islámica y la Marina han tenido una serie de tensos encuentros en el lugar, aunque últimamente la atención se ha centrado en los ataques de los hutíes a barcos en el Mar Rojo en plena guerra entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza.

Estados Unidos y sus aliados han estado incautando cargamentos de petróleo iraní desde 2019, lo que provocó una serie de atentados en la región atribuidos a Teherán, además de incautaciones de buques por parte de las fuerzas militares y paramilitares del país que amenazan el transporte marítimo mundial.