La cruel muerte de la embarazada Eduarda Díaz a manos de su pareja en San Cristóbal
Eduarda Díaz fue ultimada y mutilada por su pareja, quien luego abandonó su cuerpo en unos matorrales en el sector de La Conga, en Ingenio Nuevo, provincia de San Cristóbal. El agresor confesó el crimen a las autoridades y los condujo el sábado 25 de mayo hacia la ubicación donde había dejado los restos en una funda negra.
La mujer de 40 años estaba embarazada de cinco meses, fruto de la relación con su agresor.
Según sus familiares, Eduarda se estaba quedando en la residencia de su madre después de poner fin a su relación con el victimario identificado como José Osvaldo Cuevas, quien la amenazaba constantemente. Indicaron que fue secuestrada el pasado jueves mientras se dirigía al trabajo en el Hospital Oliver Piña, donde trabajaba como conserje.
El juez de la Oficina Judicial de Atención Permanente de la provincia de San Cristóbal dictó tres meses de prisión preventiva para Cuevas por el crimen, que deberá cumplir en el Centro de Corrección y Rehabilitación Najayo Hombres.
Al ser abordado por la prensa a su salida, el imputado se negó a ofrecer detalles sobre el asesinato, solo respondió con la cabeza al ser cuestionado sobre las supuestas agresiones contra su hijo de siete meses, negando dichas acusaciones.
El fiscal José Guerrero indicó que la medida era la esperada por el Ministerio Público y expresó conformidad con la decisión del juez José Carlos Arias Nina.
Carlos Guzmán, hermano de la víctima, valoró la medida impuesta, considerándola como el primer paso para que se haga justicia por su hermana.
Respecto a la negación del imputado sobre las supuestas agresiones contra el menor, Carlos reiteró que estas ocurrieron en varias ocasiones.
Durante la audiencia, José Osvaldo mostró intención de arrepentimiento, pero Carlos expresó que era demasiado tarde para eso, ya que debió reflexionar antes de cometer el crimen.
Cadáver no ha sido entregado
El cadáver de Eduarda Díaz aún no ha sido entregado a sus familiares, ya que las autoridades del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) no pueden hacerlo hasta que se encuentren todas sus partes. El caso fue llevado hasta la sede principal del Inacif para determinar si es posible entregar el cuerpo para darle cristiana sepultura.
La familia está atravesando una situación muy dolorosa y está tratando de mantenerse firme por su madre.