La inseguridad de la capital haitiana, digna de un «conflicto armado», dice la ONU
La inseguridad en la capital haitiana ha alcanzado niveles «comparables a los de un país en guerra», alerta la ONU en un informe publicado el lunes, en el que subraya el importante incremento de los homicidios y los secuestros en el país.
«El pueblo haitíano es víctima de una de las peores crisis de los derechos humanos desde hace décadas y en situación de gran emergencia humanitaria», indicó el secretario general Antonio Guterres en el informe.
«El elevado número de muertos y el creciente aumento de la superficie que controlan las bandas armadas hacen que la inseguridad en la capital haya alcanzado niveles comparables a los de países en situación de conflicto armado», agregó.
Entre el 1° de enero y el 31 de marzo, el periodo que estudia el informe, el número de homicidios en la isla caribeña aumentó un 21 % con relación al trimestre anterior (815 contra 673), y el de secuestros un 63 % (637 frente a 391).
Las pandillas armadas «siguen disputándose el control del territorio en la zona metropolitana de Puerto Príncipe y se extiende a los barrios que hasta ahora estaban exentos» de violencia criminal, según el informe.
Esto se traduce en que «la situación de las personas que viven en las zonas controladas por las bandas armas es espantosa» y «se degrada radicalmente en las zonas que han sido nuevos objetivos de las bandas».
El informe remarcó en particular la situación de los habitantes del barrio Cité Soleil, en las afueras de la capital, donde francotiradores disparan desde los tejados a transeúntes.
«Los combates arrecian en la Cité Soleil», aseguró el domingo en un comunicado la coordinadora humanitaria de la ONU para Haití.
«Los habitantes se sienten asediados. No pueden salir de sus casas por miedo de la violencia armada y el terror que imponen las bandas», agregó.
Según la nota, del 14 al 19 de abril, los enfrentamientos entre bandas rivales dejaron cerca de 70 muertos, 18 de ellos mujeres y al menos dos niños.
En este contexto, el secretario general consideró necesario «desplegar urgentemente una fuerza armada internacional especializada», en particular para ayudar a la policía a restablecer el orden.
Antonio Guterres transmitió en octubre del pasado año un pedido de ayuda del primer ministro Ariel Henry, que solicitaba al Consejo de Seguridad el envío de esta fuerza. Sin resultados concretos desde entonces, si bien algunos países se mostraron dispuestos a participar, ninguno parece querer asumir la conducción de la fuerza.