Llaman a rescatar tumbas descuidadas en el cementerio de la 30 de Marzo en Santiago
La conversión del cementerio de la calle 30 de Marzo de Santiago de los Caballeros a un museo a cielo abierto potencia ese camposanto como un recurso turístico, educativo y cultural para la ciudad.
Para ello, Harold Paz y Edwin Espinal Hernández, catedráticos de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), piden que las autoridades rescaten las tumbas que presentan cierto grado de deterioro.
Espinal Hernández, abogado y reconocido historiador, citó como ejemplo el nicho donde descansan los restos del héroe de la Restauración de la República, José Manuel Glas.
El jurista explicó que dicho mausoleo fue construido en 1895 en Italia y trasladado al país.
Asimismo, detalló que hay otras tumbas de alto valor arquitectónico, cuyas personas enterradas no tienen descendientes que velen por esas estructuras.
El cementerio municipal de la calle 30 de Marzo guarda en su terreno más de 300 tumbas con valor arquitectónico y recorre entre sus espacios la historia dominicana.
Albergan restos de figuras importantes de la historia local y nacional y está impregnado de testimonios orales y rituales relacionados con el vudú dominicano, en particular la figura del Barón del Cementerio.
Allí descansan los restos de los expresidentes Ulises Francisco Espaillat y Rafael Estrella Ureña; la educadora y escritora Ercilia Pepín; Virgilio Martínez Reyna, poeta y político; Yoryi Morel y Federico Izquierdo, pintores costumbristas; Máximo Grullón Salcedo, restaurador; Samuel Mills, fundador de la Iglesia Evangélica Metodista Libre en República Dominicana, y Ramón Emilio Peralta, fundador de la banda municipal y la academia de música de Santiago.
Aunque el cementerio tiene su origen en 1855, en ese espacio fueron fusilados Eugenio Perdomo, Vidal Pichardo, Carlos de Lora, Ambrosio de la Cruz, Antonio Batista y Thomas Pierre, reconocidos como los primeros mártires de la Restauración en 1863.
La declaración también constituye un primer paso para que sea categorizado como Monumento Nacional, mediante ley por el Congreso Nacional. Hasta ahora, el único cementerio declarado Monumento Histórico es el de la avenida Independencia de la ciudad de Santo Domingo, ubicado en el Distrito Nacional, consagrado por decreto del Poder Ejecutivo en 1987.
Con la declaratoria municipal del cementerio de Santiago se reconocen sus valores históricos y arquitectónicos, pero es necesario un proceso de conservación y restauración, puesta en valor y difusión del patrimonio que posee», explicó el profesor Edwin Espinal Hernández.
Ese logro se debe a un trabajo combinado entre la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM) y la alcaldía.
Sobre la declaratoria
Las características del camposanto de Santiago y su valor histórico fueron recogidos por los profesores Harold Paz Rodríguez y Edwin Espinal Hernández, quienes desarrollaron un inventario y una investigación sobre este cementerio que impulsaron la reciente declaratoria por el Concejo de Regidores del ayuntamiento del municipio de Santiago de los Caballeros como Patrimonio cultural y museo a cielo abierto.
El arquitecto Harold Paz fue encargado de realizar el estudio «Inventario y catalogación de las tumbas con valor arquitectónico–monumental en el cementerio de la calle 30 de Marzo», financiado por la PUCMM, que se extendió por más de tres años e incluyó a más de 100 estudiantes de arquitectura para su elaboración.
Este estudio resultó en un inventario de 301 tumbas, de las cuales 189 se clasificaron en orden de importancia, tomando en consideración su representatividad, su filiación estilística, el estado de conservación de sus rasgos originales, el valor estético y arquitectónico y la pertenencia a familias ilustres.
El inventario también incluyó una catalogación de ocho tipologías diferentes de enterramientos presentes en el cementerio: tumbas de tierra, panteones, obeliscos o monumentos, túmulos, mausoleos, nichos comunes, tumbas tipo nicho y mausoleos tipo nicho.
«Esta investigación lo que hace es evidenciar que las tumbas son muestras de todos los estilos históricos que ha tenido el país, desde el siglo XIX, hasta la actualidad», explica Harold Paz, haciendo énfasis en la particularidad de que «este cementerio todavía brinda servicios a la comunidad santiaguera, por lo que su historia está viva, a pesar de ser un camposanto«.
A su vez, el arquitecto menciona mausoleos de mármol importados directamente desde Europa.
Asegura que esas tumbas llamarían la atención en cualquier cementerio del mundo.