Los cinco mitos más comunes sobre el TDAH

El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH o ADHD por sus siglas en inglés) es un trastorno crónico del neurodesarrollo caracterizado porque afecta la regulación de la atención, el comportamiento impulsivo, el desarrollo y funcionamiento de las funciones ejecutivas, además de otros síntomas. Se estima que alrededor de un 8.8% de la población mundial tiene este trastorno, aun así, esto no ha evitado la preponderancia de mitos e informaciones erróneas sobre esta condición. Como octubre es el mes de la concientización del TDAH, aquí hemos recopilado cinco de esos mitos para desmontarlos con la realidad de la condición.

Mito #1: El TDAH no es una condición real

De vez en cuando surge algún individuo que, de manera privada o pública, niega la existencia del TDAH, ya sea porque creen que solo se trata de una excusa de gente vaga, una exageración porque algunos de sus síntomas suenan como comportamientos muy comunes, u otros motivos. Aun así, están equivocados porque el TDAH es un trastorno médico legítimo respaldado por investigaciones científicas. Se caracteriza por síntomas como falta de atención, hiperactividad e impulsividad. De hecho, es una de las afecciones más comunes en la infancia y millones de niños y adultos lo padecen.

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Mito #2: El TDAH es una afección de la infancia que se supera con el tiempo

La realidad es que el TDAH es una condición crónica que dura toda la vida y se continúan experimentando síntomas en la edad adulta. Es probable que sus síntomas hayan disminuido o cambiado con el tiempo. La hiperactividad tiende a disminuir con la edad y, a menudo, se convierte en una inquietud interior que no es obvia para un observador casual. Es más, existen casos de adultos que nunca han sido diagnosticados, pero eso no evita que sus síntomas del TDAH les puedan causar dificultades en el trabajo, en el hogar o en sus relaciones.

Mito #3: Todos los casos de TDAH son iguales

El TDAH tiene un espectro de síntomas, que van desde leves hasta graves y pueden diferir para cada persona, por eso la forma en la que se manifiesta esta condición no es igual para todos. Cada caso es único y muestra diferentes combinaciones de síntomas y los más comunes incluyen: falta de atención, hiperactividad e impulsividad (la tendencia a reaccionar rápidamente sin pensar). En otras palabras, cada individuo con TDAH es único.

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Mito #4: El TDAH es causado por la mala crianza

El tipo de crianza no causa el TDAH, ya que se trata de una condición que tiene causas neurobiológicas y genéticas. Aun así, el entorno sí puede influir en cómo se manifiestan los síntomas. Por ejemplo, existen estudios que señalan que los factores genéticos y neurológicos son las principales causas del TDAH, mientras que otros estudios muestran que el entorno familiar contribuye muy poco a las diferencias individuales de cada caso con este trastorno.

Mito #5: El TDAH solo afecta a los niños

Este es un mito que persiste porque los niños tienen más probabilidades de ser diagnosticados que las niñas, pero la realidad es que ambos grupos tienen la misma probabilidad de ser afectados por el TDAH. Además, a pesar de que la forma en que se manifiestan los síntomas varían en cada individuo, el género de la persona no influye en cómo se presenta en este trastorno.