Los inmigrantes en NY buscan orientación en el complejo camino a la legalidad

Decenas de inmigrantes recién llegados a Nueva York abarrotaron un foro para conocer sobre las complejas leyes migratorias de Estados Unidos y estar preparados para sus solicitudes de asilo.

De ellos, una gran parte son venezolanos que se benefician con la extensión por 18 meses del Estatus de Protección Temporal (TPS en inglés) que les permite trabajar y vivir sin miedo a ser deportados.

«Quiero saber bajo qué argumento puedo solicitar asilo para mí y mi familia»; «vine para saber cómo puedo reclamar a mi hijo en la solicitud de asilo porque tiene 19 años»; «quiero saber si tengo que pagar para solicitar el TPS»; «tengo cita en corte el 21 de diciembre y no aparezco en el sistema del tribunal», son algunas de las preguntas que preocupan a los asistentes.

Al foro, organizado por el condado de Manhattan, acudieron inmigrantes, en su gran mayoría venezolanos entre los 20 y 30 años pero también de Colombia, Bolivia, Ecuador y hasta de Guinea, Senegal o Surinam, quienes tuvieron ocasión de departir con una abogada experta en temas migratorios y que les habló en español.

Los inmigrantes son parte de los más de 100,000 que han llegado a Nueva York en los últimos 18 meses, primero enviados en autobuses por el gobernador republicano de Texas Greg Abbott, y luego desde otros estados y de toda América al enterarse de que una ley obliga a Nueva York a dar cama a quien lo solicite, siendo una de las razones que ha provocado una crisis fiscal y humanitaria.

Comenzaron a llegar desde temprano y aunque el mayor número está en albergues en Manhattan también acudieron de otros condados ya que están en proceso de solicitar asilo en el país, unidos por la incertidumbre de un futuro desconocido.

Todos desean trabajar

«Ustedes serán algo positivo para Nueva York. Me alegro que estén en la mejor ciudad del mundo y el mejor condado», dijo el presidente del condado, Mark Levine, tras preguntar «¿cuántos vinieron a trabajar?».

Todos los adultos levantaron la mano. «Sí se puede», dijo Levine, y le repitieron en coro desde la sala: «sí se puede».

Los inmigrantes, muchos de ellos con sus niños, escucharon con atención a la abogada que les orientó sobre varios puntos, comenzando con qué es la deportación, «para que tengan conocimiento cuando hablen con un abogado y evitar el fraude».

Les explicó sobre el asilo «defensivo y el afirmativo» y sobre el proceso de audiencias para solicitar este beneficio, los riesgos que enfrentan si no acuden a una cita de inmigración, sobre el TPS y la visa juvenil.

«El asilo hay que pedirlo dentro del primer año» de entrada a EE.UU, les recordó la abogada.

Jamie, de 25 años asistió con su esposo y niños de 6 y 2 años, llegados a Nueva York el pasado junio.

«Me preocupa qué asilo puedo solicitar porque no soy perseguida por el Gobierno ni nada de eso. Soy venezolana y vine por la situación económica en mi país», dijo a EFE al final del evento Jamie, que parecía aún preocupada.

La abogada fue enfática al señalar que la evidencia que se presente para solicitar asilo debe ser sólida.

Anabelle, que ya tiene una cita para su caso de asilo, quería saber cómo incluir a su hijo de 19 años, soltero y sin hijos. «Lo separaron de mí por su edad» mientras que Giselle, que acudió con dos amigas, -las tres tienen permiso de trabajo porque entraron con un visado-, quería saber si tienen que pagar por la solicitud de TPS.

«La abogada dijo que no hay que pagar» y aunque tenía otras preguntas, los casos personales no se estaban atendiendo, recordó.

De acuerdo con el alcalde Eric Adams, el flujo de emigrantes a la ciudad la enfrenta a un déficit de 12,000 millones de dólares, y aunque ha pedido al tribunal que deje sin efecto la obligación de la ciudad de dar albergue, el tribunal aún no ha contestado.