Los Knicks toman ventaja y los Sixers sufren por Joel Embiid
Los New York Knicks vencieron este sábado por 111-104 a los Philadelphia 76ers y se adelantaron en esta eliminatoria de primera ronda del Este tras un vibrante partido en el que Joel Embiid dio un gran susto con una fea caída aunque por fortuna pudo regresar en la segunda mitad.
El MVP de la pasada temporada volvió el 2 de abril a las canchas tras más de dos meses fuera por una lesión en el menisco de la rodilla izquierda, la misma en la que sintió dolor esta tarde y que le obligó a irse momentáneamente al vestuario.
Al final se quedó en una falsa alarma y los Sixers (séptimos del Este) ofrecieron una imagen muy digna aunque finalmente cayeron en un Madison Square Garden que vivió un ambiente extraordinario para descorchar el ‘playoff’.
En los Knicks (segundos), Jalen Brunson no tuvo su día (22 puntos con 8 de 26 en tiros) pero al rescate acudieron un Josh Hart brillante en el desenlace (22 puntos y 13 rebotes), Miles McBride (21 puntos con 5 de 7 en triples) y Mitchell Robinson (8 puntos, 12 rebotes y 4 tapones).
Los de la Gran Manzana sufrieron en los tiros de campo (39,6 %) pero lo compensaron en el triple (45,7 %) y el rebote (55 por 33).
Por los Sixers, Tyrese Maxey deslumbró con 33 puntos y Embiid, tras un inicio espectacular, acabó con 29 puntos, 8 rebotes y 6 asistencias.
Meritorios Sixers, letales Knicks
Los Sixers dieron forma a un arranque fantástico. Embiid metió 9 puntos seguidos (un triple y dos canastas más adicional) y los de Nick Nurse no solo igualaron sino que superaron la agresividad de estos fieros Knicks para marcharse muy pronto en el marcador (7-18 con 6.55 en el reloj).
Esa versión tremendamente intensa y sacrificada de los Sixers pareció pillar desprevenidos a los Knicks, los reyes este año del baloncesto más físico y exigente. Así, Embiid llegó a 15 puntos en el primer cuarto y Filadelfia dejó a los neoyorquinos en un 31,8 % en tiros.
Con un 25-34 para inaugurar el segundo cuarto, le tocó descansar a Embiid y los Knicks afilaron los cuchillos. Tres triples seguidos animaron a los locales, Bojan Bogdanovic y McBride agitaron la segunda unidad y los de Tom Thibodeau equilibraron el marcador justo cuando Embiid regresaba a la cancha (40-40 a falta de 7.11).
Entonces llegó el momento escalofriante del encuentro. Embiid firmó una jugada impresionante al lanzar el balón contra el tablero desde la línea de tiros libres, coger su propio rebote y sellar la canasta con un descomunal mate arrollando a dos rivales.
Sin embargo, nada más caer sintió que algo fallaba en su rodilla izquierda y se echó al suelo con gestos de dolor y la mirada perdida. Poco después, Embiid se fue al vestuario cojeando.
Al margen de ese enorme susto, los protagonistas del segundo cuarto fueron un eléctrico McBride con 13 puntos y la defensa de los Knicks, imponente y que limitó a los Sixers a solo 12 tantos en todo el periodo.
Con un elocuente 33-12 en ese periodo, los Knicks llegaron al descanso con el viento a favor (58-46).
Aliviados con Embiid de vuelta en la reanudación, los Sixers recuperaron el colmillo del primer cuarto y atacaron sin piedad sobre todo un Maxey supersónico y escurridizo que golpeó el aro rival una y otra vez.
Maxey logró 12 puntos en ese cuarto, los mismos que un Kyle Lowry omnipresente, y los Sixers, con un fabuloso 61,9 % en tiros en ese cuarto, remontaron a unos Knicks aturdidos y desconectados (79-82 tras un 21-36 en el tercer cuarto).
Ningún equipo fue capaz de romper el encuentro. En los Knicks, McBride tomó la batuta ante un Brunson errático y Robinson se puso las botas en el rebote ofensivo.
Pero en los visitantes, Embiid, pese a la gran defensa de Robinson, sacaba tiros libres de debajo de las piedras.
En un desenlace de márgenes muy estrechos, dos triples de Hart, enorme en la recta final, y uno de OG Anunoby, que colocaron un +7 a falta de 1.01, resultaron letales y los Knicks certificaron el triunfo.