Paro de la ADP en el sur deja a miles de estudiantes sin docencia
Al pasearse por las calles del Barrio Nuestro Esfuerzo en San José de Ocoa, en el sur del país, se ve a los niños jugar y correr justo a las afueras de la Escuela Básica Cañada del Horno, que no impartió docencia este viernes. Cuarenta y siete kilómetros al sureste, en el sector Bocacanasta de la provincia Peravia, los jóvenes igualmente disfrutan el descanso anticipado de fin de semana, en los alrededores de la Escuela Manuel de Jesús Perelló Báez, que también estuvo cerrada hoy.
En el sur del país, el sistema de educación pública lleva el pan de la enseñanza a una población de aproximadamente 400,000 niños, niñas y adolescentes, que hoy no recibieron docencia.
Diario Libre hizo un recorrido por 11 centros ubicados en las provincias Peravia, San José de Ocoa y Azua para verificar la acogida del paro convocado para este día por la Asociación Dominicana de Profesores (ADP) en exigencia de mejores condiciones laborales y otras reivindicaciones del sector.
En Baní (Peravia) las escuelas Carmen González Castillo, Manuel de Jesús Perelló Báez, Gregorio Luperón y el liceo Canela Mota fueron la muestra que exhibió la eficacia del llamado.
En la mayoría de lugares, aunque las clases se encontraban suspendidas, el personal docente y administrativo estaba en las instalaciones, sin embargo, esta disposición del gremio no fue respetada en todos los planteles visitados.
Un poco más al norte, en San José de Ocoa las escuelas públicas Cañada del Horno, Padre Arturo y Santa Báez se encontraban en las mismas condiciones que las de Baní.
Al llegar a Azua, sede de la dirección regional que administra las tres provincias recorridas, la realidad era la misma.
Por lo que se envidenció en estos centros y la gran presencia de niños, niñas y adolescentes en las calles, la medida fue acatada en todos los centros públicos.
En esta región solo se impartió docencia en los centros privados y semioficiales que ascienden a 55,000 alumnos y alumnas.
Madres divididas ante paros
Según los reportes de los padres, las paralizaciones son constantes y escalonadas en esta zona del país. Desde el martes, muchos aseguran que sus hijos han recibido entre «dos o tres días de clases». En Azua algunos plantearon que solo se han brindado escasas horas de docencia durante esta semana.
Maritza (que prefirió reservar su identidad por razones personales) asegura que está cansada de los «abusos de los maestros». La banileja plantea la necesidad de que se priorice la educación a los intereses particulares.
«Los profesores quieren el Senado para ellos… Uno tiene a los niños en la escuela y si no hay clases ellos se atrasan», dijo.
De igual forma Marta Andújar, residente del Barrio Nuestro Esfuerzo (San José de Ocoa) y tía de un adolescente de 14 años, aseguró que no tienen lógica los paros de los profesores y que se están perjudicando a los estudiantes.
Contrario a estas declaraciones, Jatna Méndez, madre de un menor de 11 años, asegura que estas movilizaciones son necesarias para que se obtengan las mejoras necesarias al sistema educativo. En el caso de su hijo, que estudia en la escuela Manuel de Jesús Perelló Báez, la señora destacó el serio problema del suministro de alimentos para los estudiantes.
«Es que esa comida no es buena, no hay quien le meta el diente… Yo me levanto a las seis y treinta de la mañana para cocinarle al niño porque ellos no se la comen. Yo lo veo muy bien por ellos (los maestros) porque eso es una motivación para que mejoren, la educación es una prioridad», manifestó.
Peticiones de la ADP
La Asociación Dominicana de Profesores exige al gobierno dominicano un aumento del 20 % al salario que devengan, mejores condiciones de infraestructura en los centros educativos, alimentos de calidad tanto para estudiantes como para ellos, entre otras peticiones.
Ayer el ministro de Educación, Ángel Hernández, anunció que se le aplicaría un incremento salarial del 8 % a partir de este mes de mayo, pero el gremio considera esta medida insuficiente.