Petro sale a la calle para buscar apoyo popular a sus reformas en medio del escándalo

El presidente colombiano, Gustavo Petro, recurrió este miércoles al apoyo popular en las calles para darle fuerza a sus políticas de cambio y a la vez presionar al Congreso para que apruebe sus reformas, en medio de la crisis que vive su Gobierno por escándalos internos.

«Tenemos una inmensa movilización popular no solamente en Bogotá sino en toda Colombia. Lo necesitaba. Aquí demostramos que el Gobierno está con el pueblo, que el pueblo quiere las reformas para garantizar sus derechos fundamentales», dijo Petro.

El jefe de Estado caminó varias cuadras en el centro de Bogotá en donde se dieron cita miles de personas convocadas por la Central Unitaria de Trabajadores de Colombia (CUT), la Confederación de Trabajadores de Colombia (CTC) y la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (Fecode) para respaldar las reformas y al gobernante.

Las reformas laboral, de pensiones y a la salud, impulsadas por el Gobierno, están estancadas en el Congreso porque algunos sectores las consideran un retroceso, especialmente la sanitaria.

Contra el tiempo

El Gobierno carece de mayorías en el Congreso en donde el plazo para la aprobación de las reformas vence el próximo 20 de junio, cuando termina el periodo legislativo ordinario, aunque Petro puede convocar sesiones extras.

«Este es un mensaje al pueblo, al país, al Congreso de Colombia: garanticemos los derechos de la gente, construyamos la justicia social porque esa es la paz de Colombia, no le demos la espalda a la paz, aquí con este pueblo que me acompaña, que demuestra que el Gobierno no está solo», manifestó Petro.

El mandatario aseguró: «La gente más poderosa tiene que entender que la gente puede tener sus derechos garantizados: derecho a pensión, derecho a una estabilidad laboral, derecho a tener salud, servicios públicos sin que se arruinen por pagarlos, y derecho a vivir en Colombia».

Según dijo, en más de 200 municipios del país la gente salió a la calle a «hacer unas notificaciones, a hacer unas solicitudes. Aquí el pueblo de Colombia, no sólo su presidente, no solo su jefe de Estado, solicita que sus derechos establecidos en la Constitución Nacional sean garantizados».

Llamado al Congreso

En medio de las manifestaciones, matizadas con expresiones artísticas, estuvo la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, quien llamó a los partidos políticos a que «reflexionen» y «no cierren la puerta para que Colombia transite hacia los derechos».

«Estas tres reformas las necesita el país para avanzar hacia un país de derechos que cumpla con las recomendaciones internacionales, con los compromisos firmados con otros países, pero sobre todo que desarrolle la jurisprudencia nacional, que son garantistas para el trabajo», dijo a EFE Ramírez.

En esa misma línea se manifestó Fabio Arias, de la CUT, quien lamentó que las reformas «van a un término muy lento» por la decisión de algunos partidos de «no respaldarlas porque toca los intereses de a quienes representan hoy en la situación política del país y del Congreso«.

El líder sindical explicó: «El punto central de esta convocatoria son las reformas (…) pero adicionalmente respaldar al Gobierno frente a la arremetida de la extrema derecha para buscar la posibilidad de un golpe blando o duro (…) para hacerlo dimitir, renunciar o tumbarlo».

Respaldo en un momento difícil

La jornada fue también una demostración de apoyo al Gobierno en un momento de crisis por las amenazas de Armando Benedetti, exembajador de Colombia en Venezuela, de revelar información sobre presuntas irregularidades en la financiación de la campaña electoral que llevó a Petro a la Presidencia.

Benedetti, que fue pieza clave del triunfo de Petro, especialmente en la costa Atlántica, se vio obligado a dimitir de la embajada el pasado viernes por un enfrentamiento con la ahora exjefa de Gabinete presidencial Laura Sarabia, a raíz del escándalo en el que están metidos ambos por presunto abuso de poder e interceptaciones ilegales a una niñera que trabajaba para la alta funcionaria y fue acusada de robo.

Tras su renuncia, Benedetti se distanció de Petro y del resto del Gobierno y abrió la caja de los truenos con los polémicos audios enviados a Sarabia, que fueron publicados el domingo por la revista Semana.