Pimentel, el ‘pueblo raro’ que teme ser olvidado en medio de la pandemia
Dos escenarios conviven en el duartense municipio de Pimentel: la preocupación por el COVID-19 debido a circulación comunitaria en la provincia Duarte (nordeste del país), y la libertad con la que muchos circulan sin tomar en cuenta ni la mínima prevención ante el contagio del virus que supera los 4,100 casos positivos en todo el país, de los que a nivel provincial se registran al menos 416, siendo la zona con la mayor tasa de incidencia acumulada por cada 100 mil habitantes con 139.2.
Pimentel es el tercer municipio más poblado de los siete que tiene la provincia, solo superado por San Francisco de Macorís y Villa Riva.
La preocupación del conocido ‘pueblo raro’, que cuanta con 17,864 habitantes – de acuerdo a datos del censo 2010 de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE)-, es la atención que recibe por parte del Ministerio de Salud Pública.
Fue apenas en esta semana que se efectuó la primera reunión de la directiva de la regional de salud con sectores del pueblo en el hospital Felipe Javier Achécar, cuando desde la semana del 20 marzo ya las autoridades hablaban de la intervención necesaria en la provincia Duarte por la gran contaminación, sobre todo en San Francisco de Macorís, municipio cabecera, y en el cual la mayoría de los pimentelenses hace vida comercial de todo tipo; muchos trabajan y estudian en colegios, institutos y universidades.
En este encuentro, con personal de salud, alcaldía y sectores sociales, se trató sobre medidas preventivas ante el COVID-19 y los protocolos a seguir. Alrededor de 10 personas fueron invitadas a esta reunión que se hizo en la explanada del Javier Achécar y con cierta distancia.
Los referimientos que se hacen desde el Javier Achécar al hacia el San Vicente de Paul, ubicado San Francisco de Macorís, son por síntomas o sospecha de la COVID-19 (fiebre, tos…).
Según autoridades municipales, se han registrado muertes de personas a las que no se les hizo la prueba porque no dio tiempo, por lo que existe la duda entre los pobladores de las causas de estos decesos.
Ya Pimentel ha llorado al menos dos muertes confirmadas del COVID-19, pero desde las elecciones municipales del 15 de marzo a la fecha han muerto alrededor de 30 personas, de las que muchas de ellas no se sabe el motivo, dice Yoselin Genao, vicealcaldesa, y quien está al frente del ayuntamiento municipal porque el alcalde Martín Rosa está recluido por coronavirus en la zona macorisana de aislamiento Aguayo, donde llevan a pacientes positivos y sospechosos de la enfermedad.
“Salud Pública estaba reunido con nosotros y los datos que dan es que han fallecido dos personas de coronavirus”, expresa Genao, al asegurar que munícipes han guardado silencio con la enfermedad por temor a ser enviados a los Aguayo, lugar que dice al principio se veía como una “casa de terror”, pero la percepción y las atenciones han mejorado.
Las cifras por Genao coinciden con las de la vicealcaldesa electa Greisys Rosario.
“Aquí en la provincia Duarte, después de Macorís, que es la cabecera, en Pimentel es donde más se están muriendo. Ni en Castillo ni en Arenoso ni en Villa Riva, de donde es la señora que vino de Italia que fue uno de los primeros casos…Porque tú sabes, nosotros nos estamos comunicando… Y en Pimentel te digo que esto está catastrófico”, denuncia Rosario.
Mientras que el movimiento cívico Fuerzas Vivas de Pimentel, integrado por la unión de Juntas de Vecinos, el párroco del municipio, miembros del sistema de salud, dirigentes sociales y otros, denuncia que han fallecido 22 personas desde el 22 de marzo.
Reporteros de Listín Diario han tratado sin éxito de confirmar con la directora del centro de salud al menos la cantidad de personas que han sido referidas con síntomas de fiebre y tos desde el Javier Achécar hacia San Francisco de Macorís, ya que no hay insumos ni para hacer pruebas rápidas en Pimentel.
La vida diaria
Desde las 7:00 de la mañana el movimiento de vehículos, sobre todo motocicletas y pasolas así como personas caminando y haciendo diligencias son vistos con regularidad en municipio llamado antiguamente Barbero. Muchos van solos, otros acompañados, y de todos, muy pocos con alguna protección.
Quienes tratan de respetar las medidas de aislamiento social compran las carnes, verduras y vegetales de varios días, así como otros tipos de alimentos para durar un tiempo sin ir a colmados, el supermercado, o al mercado, que tiene más vendedores en los alrededores que dentro y funciona normal todos los días, cuando dentro de las medidas tomadas por varios alcaldes ha sido limitar el funcionamiento diario de estos espacios.
Los testimonios de los que están en las calles son los mismos: “Hay que salir porque hay que buscar qué comer”.
“Hay gente con síntomas que se están quedando en casa sin decir que tienen los síntomas, y otras que se están moviendo como que nada está pasando”, lamenta Genao, quien agrega que “esto no se va a parar nunca si sigue así”.
Señala que se han iniciado la toma de algunas medidas para incentivar el aislamiento social y que la gente tome conciencia de que debe mantener distancias en los establecimientos de comida.
Durante la semana se han registrado jornadas de fumigación en todo el pueblo, encabezada por un equipo del Partido Revolucionario Moderno, y tiempo atrás Salud Pública fumigó.
Y cuando llega la tarde, mirar al cielo en Pimentel puede ser un ‘espectáculo’ de chichiguas, una práctica que se realiza con normalidad desde los techos, y que en Santo Domingo ha provocado interrupciones de electricidad, según las prestadoras del servicio eléctrico.
Piden interverción
El movimiento cívico Fuerzas Vivas de Pimentel ha demandado que el pueblo sea intervenido por parte de la Comisión de Alto Nivel para el Coronavirus conformado por el Gobierno.
La encargada de comunicaciones del movimiento, Paola Ledesma, refiere que hay mucho hermetismo por parte de los residentes, no se atreven a decir que sus parientes fallecieron de Covid-19, pero menos a ir al hospital San Vicente de Paul, por temor a que su salud empeore.
Dos escenarios conviven en el duartense municipio de Pimentel: la preocupación por el COVID-19 debido a circulación comunitaria en la provincia Duarte (nordeste del país), y la libertad con la que muchos circulan sin tomar en cuenta ni la mínima prevención ante el contagio del virus que supera los 4,100 casos positivos en todo el país, de los que a nivel provincial se registran al menos 416, siendo la zona con la mayor tasa de incidencia acumulada por cada 100 mil habitantes con 139.2.
Pimentel es el tercer municipio más poblado de los siete que tiene la provincia, solo superado por San Francisco de Macorís y Villa Riva.
La preocupación del conocido ‘pueblo raro’, que cuanta con 17,864 habitantes – de acuerdo a datos del censo 2010 de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE)-, es la atención que recibe por parte del Ministerio de Salud Pública.
Fue apenas en esta semana que se efectuó la primera reunión de la directiva de la regional de salud con sectores del pueblo en el hospital Felipe Javier Achécar, cuando desde la semana del 20 marzo ya las autoridades hablaban de la intervención necesaria en la provincia Duarte por la gran contaminación, sobre todo en San Francisco de Macorís, municipio cabecera, y en el cual la mayoría de los pimentelenses hace vida comercial de todo tipo; muchos trabajan y estudian en colegios, institutos y universidades.
En este encuentro, con personal de salud, alcaldía y sectores sociales, se trató sobre medidas preventivas ante el COVID-19 y los protocolos a seguir. Alrededor de 10 personas fueron invitadas a esta reunión que se hizo en la explanada del Javier Achécar y con cierta distancia.
Los referimientos que se hacen desde el Javier Achécar al hacia el San Vicente de Paul, ubicado San Francisco de Macorís, son por síntomas o sospecha de la COVID-19 (fiebre, tos…).
Según autoridades municipales, se han registrado muertes de personas a las que no se les hizo la prueba porque no dio tiempo, por lo que existe la duda entre los pobladores de las causas de estos decesos.
Ya Pimentel ha llorado al menos dos muertes confirmadas del COVID-19, pero desde las elecciones municipales del 15 de marzo a la fecha han muerto alrededor de 30 personas, de las que muchas de ellas no se sabe el motivo, dice Yoselin Genao, vicealcaldesa, y quien está al frente del ayuntamiento municipal porque el alcalde Martín Rosa está recluido por coronavirus en la zona macorisana de aislamiento Aguayo, donde llevan a pacientes positivos y sospechosos de la enfermedad.
“Salud Pública estaba reunido con nosotros y los datos que dan es que han fallecido dos personas de coronavirus”, expresa Genao, al asegurar que munícipes han guardado silencio con la enfermedad por temor a ser enviados a los Aguayo, lugar que dice al principio se veía como una “casa de terror”, pero la percepción y las atenciones han mejorado.
Las cifras por Genao coinciden con las de la vicealcaldesa electa Greisys Rosario.
“Aquí en la provincia Duarte, después de Macorís, que es la cabecera, en Pimentel es donde más se están muriendo. Ni en Castillo ni en Arenoso ni en Villa Riva, de donde es la señora que vino de Italia que fue uno de los primeros casos…Porque tú sabes, nosotros nos estamos comunicando… Y en Pimentel te digo que esto está catastrófico”, denuncia Rosario.
Mientras que el movimiento cívico Fuerzas Vivas de Pimentel, integrado por la unión de Juntas de Vecinos, el párroco del municipio, miembros del sistema de salud, dirigentes sociales y otros, denuncia que han fallecido 22 personas desde el 22 de marzo.
Reporteros de Listín Diario han tratado sin éxito de confirmar con la directora del centro de salud al menos la cantidad de personas que han sido referidas con síntomas de fiebre y tos desde el Javier Achécar hacia San Francisco de Macorís, ya que no hay insumos ni para hacer pruebas rápidas en Pimentel.
La vida diaria
Desde las 7:00 de la mañana el movimiento de vehículos, sobre todo motocicletas y pasolas así como personas caminando y haciendo diligencias son vistos con regularidad en municipio llamado antiguamente Barbero. Muchos van solos, otros acompañados, y de todos, muy pocos con alguna protección.
Quienes tratan de respetar las medidas de aislamiento social compran las carnes, verduras y vegetales de varios días, así como otros tipos de alimentos para durar un tiempo sin ir a colmados, el supermercado, o al mercado, que tiene más vendedores en los alrededores que dentro y funciona normal todos los días, cuando dentro de las medidas tomadas por varios alcaldes ha sido limitar el funcionamiento diario de estos espacios.
Los testimonios de los que están en las calles son los mismos: “Hay que salir porque hay que buscar qué comer”.
“Hay gente con síntomas que se están quedando en casa sin decir que tienen los síntomas, y otras que se están moviendo como que nada está pasando”, lamenta Genao, quien agrega que “esto no se va a parar nunca si sigue así”.
Señala que se han iniciado la toma de algunas medidas para incentivar el aislamiento social y que la gente tome conciencia de que debe mantener distancias en los establecimientos de comida.
Durante la semana se han registrado jornadas de fumigación en todo el pueblo, encabezada por un equipo del Partido Revolucionario Moderno, y tiempo atrás Salud Pública fumigó.
Y cuando llega la tarde, mirar al cielo en Pimentel puede ser un ‘espectáculo’ de chichiguas, una práctica que se realiza con normalidad desde los techos, y que en Santo Domingo ha provocado interrupciones de electricidad, según las prestadoras del servicio eléctrico.
Piden interverción
El movimiento cívico Fuerzas Vivas de Pimentel ha demandado que el pueblo sea intervenido por parte de la Comisión de Alto Nivel para el Coronavirus conformado por el Gobierno.
La encargada de comunicaciones del movimiento, Paola Ledesma, refiere que hay mucho hermetismo por parte de los residentes, no se atreven a decir que sus parientes fallecieron de Covid-19, pero menos a ir al hospital San Vicente de Paul, por temor a que su salud empeore.
FUENTE CALLE 56