Policía de Miami advierte a sus agentes de crimen de colegas de Minnesota
MIAMI, EEUU.- El jefe de la Policía de Miami, Jorge Colina, criticó el procedimiento de detención que el lunes terminó con la muerte del afroamericano George Floyd en Minneapolis (Minnesota) y aseguró ante sus subordinados que ningún entrenamiento enseña una acción tan «profundamente perturbadora». Anoche los incidentes continuaron por cuarto día consecutivo.
«Es muy evidente que lo que ocurrió allí estuvo mal. No hay capacitación en ningún lugar de este país, especialmente aquí en la ciudad de Miami, que le enseñe a alguien a tomar ese tipo de acción. Hay una falta de humanidad que se exhibe allí», remarcó Colina.
La muerte de Floyd lo llevó a reunirse con el personal de la Policía de Miami y advertir a los oficiales, porque «necesitamos poner el valor de la vida significativamente más alto que cualquier crimen que hubiera ocurrido allí», dijo Colina.
«Alguien en esa escena debería haberse acercado a esos oficiales y haber detenido esa acción y tener el coraje de hacer lo correcto», recalcó.
Floy murió pocas horas después de ser detenido y sometido por un policía blanco de Minneapolis al que le decía que no poder respirar.
Cuatro policías municipales implicados en el incidente, incluido el que aparece presionando su rodilla contra el cuello de Floyd mientras este último yacía en el suelo, gimiendo “por favor, no puedo respirar”, fueron despedidos al día siguiente.
El suceso ocurrió en la noche del lunes, cuando una patrulla policial concurrió a un sitio de la ciudad donde se había denunciado un fraude.
Según el Departamento de Policía de Minneapolis, los agentes fueron informados de que el individuo, un hombre negro de unos 40 años identificado posteriormente como George Floyd, estaba en el interior de un vehículo y parecía drogado.
Los policías encontraron al sujeto sentado dentro en su vehículo y cuando se le ordenó que saliera se resistió el arresto, según la versión oficial, que añade que durante la detención y cuando los agentes ya tenían al hombre esposado y tendido boca abajo notaron que presentaba «dificultades médicas», por lo que llamaron una ambulancia, que lo trasladó a un centro de salud donde murió poco después.
Miles de personas protestaron la noche de este martes en Mineápolis por esa muerte denunciada en varios videos que se han vuelto virales, lo que se repitió luego el miércoles, el jueves y la noche de ayer viernes en una treintena de ciudades de todo el país.
Los manifestantes marcharon al grito de «¡no puedo respirar!», el mismo que pronunció Floyd mientras uno de los agentes le tuvo inmovilizado durante minutos con la rodilla sobre su cuello.
La noche del jueves los incidentes derivaron en la quema de una estación de Policía, disturbios y saqueos, que se extendieron no solo por Mineápolis sino también en la vecina Saint Paul, conocidas como «Twin Cities».
Las protestas aumentaron después de que el fiscal del condado de Hennepin -con jurisdicción sobre Mineápolis-, Mike Freeman, compareciera este jueves para anunciar que no tiene intención, de momento, de imputar cargos ni de detener al agente responsable de la muerte de Floyd, Derek Chauvin. Este viernes corrigió y el agente finalmente fue detenido bajo los cargos de asesinato en tercer grado y homicidio imprudente.
Estos últimos desórdenes en la ciudad más grande de Minnesota se produjeron en gran medida sin control, a pesar de que el gobernador, Tim Walz, ordenó que se activara la Guardia Nacional para ayudar a restablecer el orden tras dos primeros días de disturbios provocados por el fatal arresto de George Floyd.
No hubo señales inmediatas de tropas de la Guardia Nacional en la comisaría de policía ni tampoco en una manifestación diurna pacífica y una marcha alrededor del Centro de Gobierno del Condado de Hennepin en el centro de Minneapolis, pero sí por otros sectores.
El presidente Donald Trump dijo en Twitter que las tropas de la Guardia Nacional “harán bien el trabajo” si el alcalde Jacob Frey no logra controlar la ciudad.
“Ante cualquier dificultad asumiremos el control pero, cuando empiece el saqueo, empezarán los tiros”, escribió en tuits publicados a medianoche.
A diferencia del miércoles por la noche, cuando los manifestantes que lanzaban piedras se enfrentaron repetidamente con la policía antidisturbios, las fuerzas del orden mantuvieron un perfil bajo alrededor del epicentro de los disturbios, en las afueras de la comisaría del tercer distrito de la ciudad.
Los manifestantes que se agrupaban fuera del edificio se replegaron brevemente bajo las ráfagas de gas lacrimógeno de la policía y las balas de goma que les dispararon desde el techo, aunque luego se reunieron y finalmente atacaron el edificio, prendiendo fuego a la estructura mientras la policía parecía retirarse. Más tarde se vieron manifestantes en el tejado.
El caso de Floyd recordó la muerte en 2014 de Eric Garner, un hombre negro desarmado de la ciudad de Nueva York que murió después de que le practicaran un estrangulamiento policial prohibido porque a él también se le oyó murmurar “no puedo respirar”.
Las últimas palabras de Garner se convirtieron en un grito de guerra para el movimiento Black Lives Matter que se creo en medio de una ola de asesinatos de afroamericanos por parte de la policía.
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