Por debajo en la casa, equipos han ganado casi el 70% de juegos en la ruta

Cuando el calendario de la pelota otoño-invernal alcanza el 39% aquella eterna imagen en el imaginario del jugador y fanático de la «ventaja de la casa» no aplica. La ruta es la que manda.

Tras disputarse los primeros 59 encuentros de los 150 que comprende la serie regular (no incluye el juego del lunes) los equipos visitantes se impusieron en 41 ocasiones contra 18 del local.

Es un comportamiento anormal. Jugar fuera de casa ha representado en el torneo Onfalia Morillo que en el 69.4% de las veces ha resultado en triunfo. El curso pasado, los seis clubes se combinaron para finalizar con 91-59 en su hogar, un porcentaje de 60.6% de triunfos como anfitrión.

Este torneo 2023-2024 cinco de los seis conjuntos juegan mejor cuando juega de visita y el sexto (Águilas) van igualados en 4-4. Nadie mejor que los Gigantes (10-1), que han abonado su primer lugar jugando fuera del Julián Javier.

El único revés de los potros en la «carretera» se produjo el pasado 31 de octubre ante el Escogido, un 4-2.

Razones de sobra tiene el dirigente Wellington Cepeda para querer jugar en el Quisqueya y no necesariamente por el apoyo del público. En el parque capitaleño ha disputado cinco partidos y ha fabricado 31 carreras y su pitcheo solo ha aceptado 16. Mucho mejor que en el Julián Javier donde han jugado nueve veces con 28 pisadas del plato, pero han recibido 32 de acuerdo a Winter Ball Data.

A los potros les siguen con buen desempeño de visitante; Licey (7-1), Estrellas (7-4), Toros (6-3) y Escogido (6-5).

En ese arranque de 15-5, los duartianos también pueden alardear de ser el único conjunto que juega sobre .500 en su casa, con 5-4. El resto de la liga le ha ido mal, aunque a nadie tan horrible como a las Águilas (1-9) y luego le sigue el Escogido (2-7).

Sin jonrones en casa

Hasta la fecha el batazo de cuatro bases ha escaseado en el torneo. Solo se han disparado 47 jonrones en 59 choques, una media de 0.79 por juego. El curso pasado en la fase regular se dispararon 139 vuelacercas, 0.79 por encuentro.

Como dato destacado, ni Estrellas ni Licey han sacado la pelota en su hogar. El equipo azul tiene la menor producción jonronera (4), dos de ellos en el Julián Javier, mientras que en el Cibao y el Francisco Micheli pegaron uno.

El caso de los paquidermos, el parque Cibao ha sido su mejor escenario para pegar cuadrangulares. Los verdes totalizan apenas cinco vuelacercas, cuatro de ellos en Santiago y el otro en San Francisco de Macorís.

El Escogido (14) lidera la liga en ese rubro y es el único equipo que ha jonroneado en cada parque, encabezado por el Quisqueya (6), seguido del Julián Javier (3), Cibao (3), Tetelo Vargas (1) y Francisco Micheli (1).

Las Águilas (7) no han pegado vuelacercas en el Este. Sus palos se han quedado en casa (5), la capital (1) y SFM (1).

De momento, es el estadio Cibao el parque más amigable para los cuadrangulares, un título que suele llevarse la casa de los Gigantes. En el Nido han visto salir la esférica sobre la pared en 16 ocasiones. Detrás llega el Julián Javier (13), el Quisqueya (11), el Micheli (5) y el Tetelo (2).

El tiempo de juego, a la baja

La implementación del reloj para controlar el tiempo que tiene el lanzador para desprenderse de la pelota y el bateador para llegar al home arroja números favorables a la Lidom. El tiempo de duración de los partidos fue de tres horas y 16 minutos (3:16), una reducción de 17 minutos con relación a la serie regular del pasado campeonato (3:33). Van 12 encuentros que han transcurrido en menos de tres horas, incluyendo un Estrellas vs Águilas en Santiago que solo duró dos horas y 31 minutos. El choque más largo a nueve entradas duró tres horas y 57 minutos, un Águilas vs Escogido en el Quisqueya.