¿Por qué sube la abstención electoral y cuáles consecuencias tiene para la democracia?
La abstención en las elecciones presidenciales dominicanas ha mostrado una tendencia creciente durante el primer cuarto del presente siglo. La baja participación electoral se incrementó considerablemente en las elecciones más recientes, con una abstención del 44.71 % en 2020 y del 45.63 % en el 2024.
Para 2024, aunque la cantidad de personas habilitadas para ejercer el voto había aumentado a 8,145,548, el número de sufragios emitidos solo llegó a 4,429,079. En el año 2000, el porcentaje fue del 23.86 %, con 4,251,218 votantes inscritos y 3,236,906 votos emitidos.
Llegó al 27.16 % en 2004 y al 28.64 % en 2008. En los años posteriores, la dinámica fue la misma.
Preguntas necesarias
¿Por qué los dominicanos se alejan cada vez más de las urnas? ¿A qué se debe esta apatía política? ¿Qué efectos puede tener? No es un fenómeno que ocurre únicamente en su territorio, sino que se extiende a los quisqueyanos que residen en el exterior, sumando un 82 % de abstención.
La apatía política
Que los ciudadanos no acudan a las urnas para elegir a sus gobernantes puede ser un problema de apatía política, un desinterés por las decisiones del entorno público.
El sociólogo Joel Arboleda ve dos explicaciones para esta abstención electoral. En primer lugar, «no está en juego ninguna situación de relevancia para la sociedad«. «Habría, o no, un cambio de gobierno, pero no nos estábamos jugando un cambio político grande, no había una amenaza a la democracia», precisa.
La segunda explicación que encuentra Arboleda es el cambio generacional. «Muchos políticos tradicionales de todos los partidos perdieron las elecciones, esto puede estar explicando cambios en las preferencias de la población. Se genera una desconexión entre lo que están proponiendo y lo que a la gente le interesa, y eso no mueve a votar», determina el sociólogo.
Nora Sánchez, socióloga y pasada coordinadora de Participación Ciudadana, explica este problema con una visión más amplia. «A través de los años, en América Latina hay una situación de apatía, de falta de credibilidad en los políticos y el sistema. Esto es muy preocupante y debe llevar a una reflexión profunda de los políticos«, dice.
La falta de confianza puede ser otro causante de que la gente no quiera salir de casa para votar.
La abstención es un fenómeno que se viene repitiendo en los últimos 20 años. El politólogo David Brito va más allá y nombra uno de los factores principales que provocan apatía en la sociedad dominicana.
El voto en blanco
Para Brito, «el factor que también causa la falta de interés es que en el sistema dominicano no existe el voto en blanco».
«Creo que una de las enseñanzas del proceso es que se tendrá que introducir el voto en blanco para que el que no tenga preferencia pueda ejercer el voto. Es una salida más elegante a lo que están planteando algunas personas de hacer el voto obligatorio».
En el exterior, los dominicanos no votan
Los dominicanos que viven en el exterior son los que están más desconectados de la política nacional. Más del 82 % optó por no ejercer su derecho el 19 de mayo.
El problema del voto en el exterior se explica por la falta de organización. Nora Sánchez lo resume de forma sencilla: «Los dominicanos que viven en España tenían que hacer desplazamientos que en muchísimos casos eran largos, hasta tres horas de ida y vuelta».
Joel Arboleda observa que los dominicanos residentes en el exterior «mandan cada año miles de millones de dólares al país». «Deberían tener más reconocimiento y facilidades de las que tienen», estima.
La frontera, más implicada
Los territorios fronterizos, que tienen menos población, son los que presentan números de abstención más bajos. Las provincias de Independencia y Pedernales fueron las más implicadas en las elecciones. Por otro lado, Santiago, Duarte y Santo Domingo fueron las menos motivadas a acercarse a votar.
Esta participación en municipios fronterizos tiene una explicación para Arboleda. Y es que «en las zonas pequeñas la abstención es más baja porque la homogeneidad es mayor».
«A menor tamaño, además, hay mayor control social: voy a votar porque me están mirando».
Desde otro punto de vista, el politólogo Brito añade un detalle significativo: «En la frontera, la población es más escasa y el activismo político tiene la capacidad de motivar ese voto mediante ofertas inmediatas». Semanas y días antes de las elecciones, se registraron camiones con alimentos y ayudas para estas comunidades.
Sánchez, por su parte, ve una posibilidad que podría haber llevado a más gente a votar en la frontera. Considera que «es posible que la gente se haya sentido más protegida con el desplazamiento militar y por eso haya habido una votación con más interés».
Consecuencias de la abstención
El aumento de la abstención en las últimas décadas para Sánchez puede tener graves implicaciones. «La consecuencia que podría haber es lo que hemos visto que ha sucedido en algunos de nuestros países: que aparece una figura mesiánica que promete lo que la gente quiere escuchar y que acabemos con gobiernos totalitarios».
Diario Libre lanza la pregunta: ¿Es posible que el crecimiento de la abstención pueda favorecer que surjan movimientos populistas y ultranacionalistas?
Sánchez responde: «Sí, de hecho, está sucediendo. Eso es lo que estamos viendo, lamentablemente, por eso es tan preocupante«.
Considera que para que la población participe más en los procesos electorales el gobierno debe «lograr la credibilidad». «Demostrar que sí es posible la transparencia, que sí es posible tener personas más honestas, que sí es posible luchar contra la corrupción«.