La misión del papa para acabar con la guerra en Ucrania de la que nadie sabe
Se ha convertido en el secreto mejor guardado en los pasillos vaticanos, pero también en las diplomacias internacionales porque nadie nada de la misión de paz para acabar con la guerra en Ucrania anunciada por el papa Francisco y confirmada por el secretario de Estado, Pietro Parolin, pero que niegan tanto Kiev como Moscú.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, volvió hoy a negar tener conocimiento de una supuesta misión de paz encabezada por el Vaticano. «Sabemos que el Papa está pensando constantemente en la paz y en cómo poner fin a este conflicto, pero no conocemos ningún plan detallado propuesto por el Vaticano», dijo Peskov, según los medios italianos.
Lo mismo habían dicho representantes de Kiev asegurando que no conoce ninguna iniciativa de paz por parte del Vaticano. «Si ha habido conversaciones, estas se han producido sin que lo sepamos», expresó la oficina de prensa del presidente ucraniano, Volodomir Zelensky, según la prensa italiana.
Sin embargo, el secretario de Estado de la Santa Sede, el cardenal Pietro Parolin, reveló que estaba «sorprendido» por las reacciones de Ucrania y Rusia y aseguró que la misión «se llevará a cabo».
Al margen de una presentación de un libro en la Universidad Lumsa de Roma, Parolín reiteró este miércoles las palabras del papa durante la rueda de prensa de regreso de Budapest al asegurar que «hay una misión en marcha, pero aún no es pública».
“El papa dijo que habrá una misión que se anunciará cuando se haga pública y yo repito las mismas expresiones que usó. Le dejamos a él cualquier otra información”, explicó Parolín, quien, sin embargo, aseguró: «Que yo sepa, ambas partes estaban y están al tanto».
“Pero ya saben cómo es el laberinto de la burocracia, puede ser que las comunicaciones no lleguen a donde deberían llegar. Pero las mías son solo interpretaciones, sé que ambas partes han sido informadas”, reiteró.
¿Cómo interpretar esta negación?, se le preguntó al máximo representante de la diplomacia vaticana.
«Diría que me sorprende y no sé a qué motivación o razonamiento responde», respondió el cardenal,
Sobre la presencia estos días en el Vaticano del metropolita Antoni, presidente del Departamento de Relaciones Exteriores del Patriarcado de Moscú, emisario del patriarca ortodoxo Cirilo, que apoya la invasión de Ucrania, Parolin aseguró que no tiene nada que ver con la misión y “forma parte de las comunicaciones normales que existen”.
Por el momento, los embajadores de Rusia y de Ucrania ante el Vaticano no se han expresado, lo que podría entenderse como un silencio de estar trabajando en ello.
Aunque con la nueva negación por parte de Moscú, el caso de la misión del Vaticano se hace aún más complicado.
El Vaticano en estas horas no añade nada más porque será el papa quien hablará de ello cuando quiera o pueda, pero se recuerda en estas horas que se podría intentar una iniciativa ya ensayada por Juan Pablo II para evitar el estallido de un conflicto en 2003 en Oriente Medio.
Wojtyla hizo un último intento al enviar al cardenal Roger Etchegaray a Bagdad para hablar con Saddam Hussein y el cardenal Pio Laghi fue enviado a Washington. Sin embargo, Laghi se vio obligado a pasar horas en una sala de espera sin ningún resultado y Etchegaray se reunió con el presidente iraquí.
El entonces nuncio apostólico en Bagdad, el cardenal Fernando Filoni, recuerda que Saddam se mostró “dispuesto a negociar» y «aprobó así una ley contra las armas de destrucción masiva en 48 horas, a través del Consejo de Sabios Tribales».
La prensa italiana lanza la hipótesis de una misión de dos cardenales para enviar a Ucrania y Rusia, entre ellos Parolin y el secretario para las relaciones con los Estados, el arzobispo Paul Richard Gallagher, o incluso el prefecto para las Iglesias Orientales, Claudio Gugerotti, que conoce bien tanto el ruso como el ucraniano.