Puerto Rico está envuelto en un intenso debate sobre el uso de mascarillas y vacunas

Un encendido debate sobre la salud pública y los derechos individuales se apoderó de Puerto Rico esta semana, intensificándose el miércoles cuando los legisladores se enfrentaron con expertos médicos.

El debate comenzó este mes luego de que el administrador de la Cámara de Representantes de Puerto Rico anunció el uso obligatorio de mascarillas, después de que se reportaron varios casos de COVID-19 en el edificio del Capitolio.

Una legisladora conservadora, Lisie Burgos, se rehusó a portar mascarilla y fue retirada de una audiencia la semana pasada, ante lo cual decidió presentar una demanda el lunes que aún está por resolverse. Más tarde ese día, un juez ordenó que, mientras tanto, la Cámara de Representantes de la isla no debe «prohibir, impedir o interferir» con el derecho de Burgos de asistir a las reuniones en el recinto.

Muchas personas se indignaron por el fallo, e hicieron notar que la isla de 3.2 millones de habitantes está reportando unos 1,100 casos de COVID-19 al día, y cerca del 25 % de las pruebas arrojan un resultado positivo. En noviembre del año pasado, el gobierno de Puerto Rico también declaró una epidemia de influenza.

Horas después del fallo del juez el lunes, el presidente de la Cámara de Representantes declaró un estado de excepción y anunció que todas las sesiones serían realizadas de manera virtual hasta finales de febrero.