Sonia Díaz Inoa y las claves para reducir los casos de violencia de género en República Dominicana
La violencia de género está encabezada por el Estado, que niega a las mujeres sus derechos fundamentales, como la poca valoración al trabajo femenino, la exclusión de los espacios de poder y de toma de decisiones, desde donde se deciden las políticas públicas.
La reflexión la hace la abogada especializada en temas de derechos humanos y violencia de género Sonia Díaz Inoa en su más reciente libro «De hechos y derechos», en el que aborda temas cruciales relacionados con género, democracia y derechos humanos.
En conversación con Diario Libre, en el ámbito del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, la investigadora y docente analiza las deficiencias en la respuesta judicial en casos de violencia de género y las claves para reducir los casos en República Dominicana.
Según los datos analizados, ¿cuáles son las principales deficiencias en el tratamiento de casos de violencia contra la mujer en el país?
Son muchas las deficiencias que se encuentran, pero una de las más relevantes es que la sentencia no tiene los datos suficientes para saber cuál es la población de los agresores. ¿Cuántos años tienen? ¿Cuál es su situación socioeconómica? ¿Tienen trabajo? ¿Cuál es su edad? Todo ese tipo de cosas lo recoge muy poco la sentencia, y lo mismo pasa con las víctimas, de las que no tienen los datos suficientes, datos que para mí son fundamentales a la hora de hacer políticas públicas para conjurar esa situación.
Otra deficiencia que para mí es muy importante es que las mujeres no están acompañadas de un abogado que las asista. Ellas no tienen una asesoría técnica que las asista, sino que van con el Ministerio Público, que tiene otra función de acusación, aunque hay dos servicios públicos para asistencia legal para las mujeres, que están en el Ministerio de la Mujer y en el Servicio Nacional de Representación Legal de los Derechos de la Víctima (Relevic).
Cuando se hizo el levantamiento de los datos, solamente el 18 % de las mujeres tenían asistencia legal, mientras que los agresores cuentan con un 100 % porque es un derecho constitucional que tienen, el sagrado derecho de la defensa, con el que todos estamos de acuerdo, pero también necesitaríamos que las víctimas estén acompañadas de abogados.
Para reducir los casos de violencia de género, ¿hace falta crear más leyes o reforzar las existentes?
Yo creo que hay que reforzar, en especial la ley 24-97 de violencia de género intrafamiliar, porque esta es una ley para el hecho consumado, es una ley para acusar, y lo que hace falta es una ley más integral que se focalice en la prevención y también en resarcir los daños. No puede ser que queramos poner remedio después de que el hecho está consumado. Lo que hay que hacer es trabajar para disminuir la violencia de género.
No darles espacio a las mujeres es una forma de ejercer violencia contra ellas, pero es una realidad que las mujeres tienen una menor preferencia por ocupar cargos importantes. ¿Considera necesario crear espacios exclusivos para ellas?
No, yo creo que hay que incorporar a esta parte de la población. Un poquito más de la mitad de la población dominicana son mujeres, entonces hay que adaptar todos los espacios para que esa mitad ocupe el espacio que le corresponde, que ahora no lo tiene. Entonces, incluso eso es constitucional, porque el artículo 39 de la Constitución, que se refiere a la igualdad, habla de un equilibrio de género que no hay.
Por ejemplo, en el Poder Ejecutivo, en 23 ministerios hay 21 hombres y 2 mujeres, entonces no hay ese equilibrio del que habla la Constitución. Y si lo buscas, también pasa en el Congreso, en las cámaras legislativas, y no solo en los espacios públicos, también privados. Las mujeres se están preparando, y en las aulas uno se da cuenta, o sea, las mujeres han ido ocupando ese espacio para educarse, pero no tienen los espacios de poder, de toma de decisiones y donde se deciden las políticas públicas.
Creo que eso es parte de lo que falta para que haya un cambio a favor de las mujeres, porque si son las mujeres las que toman las políticas públicas, pues probablemente van a ir abriendo más espacio para las demás mujeres.
Principales causas de agresión
Según los datos publicados en el libro «De hechos y derechos», la causa principal de violencia hacia la mujer en República Dominicana son los celos (40 %). Le siguen no admitir la separación (13 %), temas económicos (10 %), producto de un ataque de ira (8 %) y discusiones (2 %). El porcentaje restante a causas desconocidas (15 %) y otros motivos (12 %).
Hablemos de las víctimas. ¿Cuáles son los factores sociales y estructurales que las ponen a ellas en riesgo?
Uno de los factores estructurales para mí es esa misma diferencia que subyace en la desigualdad entre hombres y mujeres. Por ejemplo, si buscas cuáles son las causas, la mayoría son celos, porque los hombres no resisten que las mujeres se cambien, salgan a la calle, tengan relaciones amistosas o laborales. Ellos no las ven en un plano de igualdad, como ellos, que salen, entran, vuelven, llegan… Otra causa es el temor al abandono. Los hombres no resisten que los dejen, ellos sí pueden dejar cuando quieran, a una, dos, tres mujeres, pero ellos no resisten que los dejen.
En el libro usted habla de la necesidad de ofrecer educación con perspectiva de género desde las escuelas y colegios…
Es que la clave está en la escuela. Hay que comenzar a educar en la igualdad y con perspectiva de género, desde abajo. Hace un tiempo un ministro quiso implementar la educación con perspectiva de género acompañada de la educación sexual y le doblaron el pulso, porque hay quienes no entienden que el mundo cambió y que la cosa hay que adaptarla al siglo XXI, donde estamos. Ya los derechos de hombres y mujeres han ido avanzando, y cuando los derechos lo hacen, avanza la sociedad y las instituciones. Yo pienso que la educación en todos los niveles es la que va a mejorar la situación.
¿Y el rol de los padres y madres? Hay una cuota de responsabilidad que recae sobre ellos.
Claro, por eso hace falta capacitación y formación en todos los niveles. Porque hay un porcentaje altísimo de madres adolescentes, y ellas no tienen herramientas. Entonces, es como un todo, eso hay que trabajarlo también para que las niñas no anden criando niños. Claro, desde el hogar sería lo ideal, pero la pregunta es, ¿qué porcentaje de los hogares dominicanos está listo para educar con perspectiva de género?, ¿educar para la paz?, porque más allá de la violencia de género hay una violencia general que se ve en los barrios, en las escuelas, en los lugares donde hay aforo… Creo que hay que trabajar con todos los grupos: clubes, iglesias, juntas de vecinos, escuelas; todos debemos ponernos de acuerdo como sociedad. El gobierno tiene la mayor responsabilidad, pero no la única. Es la sociedad entera la que tiene que ir trabajando en todos los niveles.