Un grupo de trabajadoras sexuales marchan en contra de la extorsión policial en Bolivia
Un grupo de mujeres, en su mayoría trabajadoras sexuales, marcharon este lunes con globos rojos y carteles en rechazo a la extorsión policial, ya que aseguran que los policías de Bolivia les piden dinero e incluso sexo para evitar multas o ser detenidas.
La marcha recorrió las principales calles de La Paz, en la que decenas de mujeres participaron con los rostros tapados mostrando un cartel rojo que decía «emputadas contra la extorsión policial«, la movilización llegó hasta la puerta del Ministerio de Gobierno.
«Lo que se le hace a las trabajadoras sexuales que están en estado de emergencia no se resuelve así de facilito, estamos aquí porque no hay Defensor del Pueblo, porque no se cumple la Constitución», expresó la activista María Galindo.
Las mujeres llevaban carteles que decían «el trabajo sexual no es un delito, la extorsión policial sí», «todas tenemos caras de putas», «no sean hipócritas, los policías también son nuestros mejores clientes», entre otros para protestar que los efectivos policiales les quitan el dinero ganado en una noche o acuden a sus servicios y luego les dicen que «están en batida» o controles.
«Ellos siempre van y nos piden sexo ahí adentro de nuestros cuartos y luego nos dicen que es una batida (control), eso no está bien, es injusto, nosotras queremos trabajar», manifestó Luciana, una de las representantes de las Trabajadoras sexuales en Chuquisaca.
Aumenta presión
Por su parte, la representante de la Organización de Mujeres en Estado de Prostitución (Omespro) del departamento altiplánico Oruro, Carla Castellón, indicó a EFE que en diciembre las extorsiones aumentaron a las trabajadoras sexuales y pidió a las personas que son víctimas por parte de la Policía que se unan a su causa para evitar que esta situación se agrave.
«Denuncien si hubo caso de extorsión, que denuncien, no solamente somos trabajadoras sexuales, también privados de libertad, chóferes. ¿Quién no ha sufrido una extorsión?», indicó la representante.
Las mujeres llegaron hasta el Ministerio de Gobierno y pintaron mensajes en las paredes como «la gordura policial es corrupción policial» o «basta de extorsión policial«.
Indicaron que el ministro de Gobierno (Interior), Eduardo del Castillo, les convocó a una reunión esta jornada en la mañana, pero que «les plantó», por lo que exigieron ser recibidas.
Todas se apostaron en la calle cerrando el paso de una vía para protestar y esperaron una respuesta de esa cartera de Gobierno para ser recibidas, en tanto realizaron varios discursos exponiendo el problema y rompieron un muñeco que tenía escrito el nombre de algunos de los «clientes» de las trabajadoras sexuales.
Más tarde salió el viceministro de Seguridad Ciudadana, Roberto Ríos, y el comandante general de la Policía, Álvaro Álvarez, para invitar a Galindo y a las representantes a pasar a una reunión con ellos, pero se negaron porque la misma debía ser con el ministro.
Galindo pidió fecha y hora para la reunión con Del Castillo porque quiere que el mensaje llegue «al más alto nivel».