Vivo X90 Pro, análisis: una de las cámaras más divertidas del año en un bestial conjunto de gama premium
Vivo ya no es un nuevo participante en España. El año pasado pudimos probar el X80 Pro, el buque insignia de la compañía para territorio europeo. Este año ya tengo entre manos el X90 Pro, la apuesta para el presente curso. Sensor de una pulgada, carga rápida de 120W y un procesador al que no le había echado aún el guante.
He analizado en profundidad el Vivo X90 Pro, tengo claras sus fortalezas y debilidades, así que voy a contarte todo en este análisis. Un poco de contexto previo: este no es el mejor móvil de Vivo. El flagship estrella es el Vivo X90 Pro+, con un panel LTPO 2K, el Snapdragon 8 Gen 2 y un sensor periscópico de cinco aumentos. No obstante, la postura de Vivo es que este es el modelo que mejor encaja en el mercado Europeo. Y quizás, esto tenga sentido, pensando en el posible precio que pudiera tener la versión Plus.
Ficha técnica del Vivo X90 Pro
VIVO X90 PRO
DIMENSIONES Y PESO
164.1 x 74.5 x 9.3 mm
214.9 g
PANTALLA
AMOLED
6,78 pulgadas
Resolución Full HD+ (1260 x 2800 píxeles)
Relación de aspecto 20:9
Refresco hasta 120 Hz
MEMORIAS
12/256 GB
12/512 GB
CÁMARA TRASERA
50.3 MP, f/1.8, 23mm, 1.0″, 1.6µm, láser autofocus, OIS
50 MP, f/1.6, 50mm (telefoto), 1/2.4″, 0.7µm, autoenfoque, zoom óptico 2x, OIS
12 MP, f/2.0, 108˚ 16mm (ultra gran angular), autoenfoque
Lentes Zeiss
CÁMARA DELANTERA
32 MP, f/2.5, 24mm, 1/2.8″, 0.8µm
SISTEMA OPERATIVO
Android 13
Funtouch OS 13
BATERÍA
4.870mAh
Carga rápida de 120W
Carga rápida reversible de 50W
OTROS
Lector de huellas bajo la pantalla
WiFi AC
Bluetooth 5.3
USB Tipo C 3.2
PRECIO
1.199 euros
Diseño: bienvenido sea lo diferente
El diseño del Vivo X90 Pro es diferente, como ya lo era la estética del Vivo X80 Pro. El absoluto protagonista vuelve a ser el módulo de cámara, sencillamente descomunal en dimensiones. Pero lo primero que destacaré de este módulo no es su tamaño: es el equilibrio en peso que se ha logrado. En algunos rivales, también con sensor de una pulgada, el peso de la cámara desbalancea el dispositivo, haciendo que quiera precipitarse constantemente hacia delante.
No es el caso de este Vivo X90 Pro que, además, se siente especialmente ligero pese a contar en báscula con 214 gramos. Apostar por el «cuero vegano» (cuero sintético en el que no se ha tratado con piel animal) ha sido una gran solución para evitar un peso excesivo, dando el toque premium que falta con el aluminio de sus laterales. Por un lado, me agrada la decisión en materiales pero, por otro, el remate no es el que esperaba en un móvil de casi 1.200 euros. Me explico.
Hay tres capas en los laterales de este dispositivo: los laterales de aluminio, una segunda capa también de aluminio que funciona como transición hacia el cuero, y la propia placa de cuero vegano. Esta transición entre el cuero y el aluminio no es del todo suave, y noto que el dedo raspa ligeramente. No me ha preocupado lo más mínimo, ya que lo he usado con la funda transparente que viene en la caja. Pero si bien el móvil se siente premium, no alcanza la cota de excelencia que querría ver un flagship.
Por lo demás, el móvil tiene la botonera bien rematada y en una posición más que correcta (gracias Vivo, por no subir los botones en un móvil tan grande), los bordes laterales son redondeados y planos en el caso de los cantos superior e inferior. En el superior vemos el mensaje de «Professional Photography». Más adelante comprobaremos si es así.
En definitiva, una calidad de materiales excelente, un acabado bastante distinto a lo que acostumbramos a ver en sus rivales, y una personalidad que podrá gustar o no, pero que queda patente cada vez que miramos el dispositivo.
Pantalla: el foco son tus ojos
El panel Quad HD+ con brillo máximo de 1.800 nits queda reservado para el modelo Pro+. En este teléfono tenemos una pantalla AMOLED con resolución Full HD+, brillo máximo de 1.300 nits y tasa de refresco entre 60 y 120 Hz. A nivel tecnológico, es un panel que queda algo por detrás de lo que estamos empezando a ver en la gama alta de 2023. Es un panel similar a los de gama alta en el pasado curso.
Me ha gustado especialmente la interpretación del color y la nitidez, pese a no ser Quad HD+. De hecho, hay dos modos: 2400 x 1080 y 2800 x 1260. Recomiendo este último, ya que el impacto en autonomía es ínfimo y es la resolución nativa del panel.
Desde los ajustes tenemos varias opciones de configuración de color. Por defecto viene en estándar, muy saturado y no demasiado realista. Tenemos los modos «Pro, Brillo y ZEISS Natural Color». Este último es el que más me ha convencido. Los ángulos de visión son algo mejorables, eso sí, ya que perdemos bastante información conforme inclinamos la pantalla. Tenemos también opción de interpolar FPS en los juegos para contar con mayor tasa de refresco y un motor XDR para aumentar el rango dinámico de los vídeos que reproduzcamos. Si queremos naturalidad, recomendamos no activar ninguna de estas dos opciones.
El otro gran punto de este panel es que cuenta con distintas tecnologías para proteger la vista, algo que agradecemos los que nos pasamos la vida delante de una pantalla. Vivo ha trabajado con MediaTek para adaptar el Dimensity 9200 a ciertas tareas del dispositivo. En concreto, además de contar con un parpadeo de panel modulado por ancho de pulsos de hasta 2160 Hz, el chip es capaz de detectar en tiempo real la luz azul emitida por el panel, para regular la calidez fotograma a fotograma.
🙁
Por último, tenemos el gran punto negativo de este Vivo: la curva. No es ya solo el hecho de que el panel sea curvo, sino que es de los más curvos que he probado. El sombreado que genera esta curva tan exagerada no es muy agradable y es el panel tan curvo que hay sombreado hasta mirando el móvil de frente. La tendencia actual es a reducir la curvatura y primar ergonomía y experiencia útil en pantalla, así que espero que Vivo reduzca un par de marchas en este aspecto.
Sonido: potente, pero descafeinado
El sonido es el aspecto que más me ha decepcionado en este Vivo X90 Pro. El volumen máximo es muy, muy contundente, y he disfrutado del mismo sobre todo en juegos. Pero cuando te dispones a escuchar música, se aprecia el mejorable trabajo en ecualización. Faltan graves, hay mucha más distorsión de la habitual y, en general, no es el audio que esperaba en el buque insignia de Vivo.
Rendimiento: un nuevo participante con mucho que decir
El Vivo X90 Pro monta una versión personalizada del MediaTek Dimensity 9200. Es un chip fabricado por TSMC (grandes noticias), en proceso de 4 nanómetros y con un núcleo Cortex X3 que alcanza una frecuencia máxima de 3.05 GHz. Son excelentes cifras para un teléfono que llega con 12 GB de RAM LPDDR5X y 256 GB de memoria interna UFS 4.0. Es también el primero de su familia con WiFi 7 y cuenta con tecnología de trazado de rayos, como los últimos Qualcomm. Para refrigerar esta bestia, contamos con una cámara de vapor de 4,002mm².
¿Cómo se ha comportado este procesador? Muy, muy bien. No hemos tenido rastro de lag, tirones o el más mínimo extraño con el rendimiento. El móvil vuela, puede con cualquier juego pesado y nos da una experiencia similar a la de un Snapdragon de primera línea. El principal problema que hemos tenido tiene que ver con la optimización de algunos juegos. Por ejemplo, en ‘PUBG: New State’ no hemos podido configurar los gráficos en Ultra. También hemos tenido en este mismo juego algunos problemas con la carga gráfica del mapa, que constantemente se redibujaba.
En otros juegos, como ‘Genshin Impact’, hemos configurado todo al máximo. Lo mueve sin problema y con una estabilidad enfermiza. En otras palabras, este procesador compite directamente con el Gen 2 de Qualcomm y el A16 Bionic de Apple. De un tiempo a esta parte MediaTek ha mejorado notablemente sus SoCs, y este 9200 nos deja un sabor de boca inmejorable, a falta de un par de optimizaciones por parte de los